Además de la emoción de los partidos y de la calidad del juego, a la NBA le rodea un mundo de sensaciones y eventos que es lo la que convierten en un espectáculo único.Â
En uno de esos eventos paralelos al partido, un espectador de los Suns se marchó anoche a casa con una sonrisa en el rostro, y no precisamente por el resultado del partido de su equipo. El hombre en cuestión se embolsó un cheque de más de 4.000 euros después de conseguir una canasta desde el centro del campo. Un golpe de suerte que no es el primero ni tampoco será el último en la NBA, pero que sirve para demostrar que, comercialmente al menos, Europa está aún a años luz de la NBA. Disfruten con el vÃdeo.
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