Emilio V. Escudero el 30 may, 2012 Michael Jordan se acostumbró a la victoria cuando era jugador. Enfundado en la camiseta roja de los Bulls acumuló anillos y engendró una leyenda que nadie ha superado nunca en el mundo de la canasta. Seis anillos adornan sus dedos. Muchos menos que Bill Russell, pero acompañados todos ellos del galardón de mejor jugador de la Final. Tras colgar las botas definitivamente, Jordan decidió pasar a los despachos. Primero lo hizo como jefe de operaciones de los Wizards, y luego como dueño de los Bobcats. Desde entonces, Jordan no ha recibido más que disgustos. Traspasos que no han dado resultado y elecciones fallidas en el draft que han impedido el despegue de la franquicia. Ahora, tras firmar el peor balance de victorias-derrotas de la historia (7-59), el dueño de los Bobcats tiene claro que el futuro del equipo pasa por Chicago, la ciudad que le vio encumbrarse como jugador. Allí, hace 19 años, nació Anthony Davis, la nueva perla del baloncesto norteamericano al que se rifan todos los equipos. Él será con toda seguridad el número uno del draft que se celebrará el próximo día 28 de junio en el Prudential Center de New Jersey y si Jordan quiere que este pívot de brazos infinitos y talento descomunal sea su jugador franquicia a partir de la próxima temporada deberá estar muy atento esta noche (2.00 horas) a la lotería del draft. Lo que se decide hoy es el orden en el que los peores equipos de la temporada eligen a los jugadores más prometedores del país. Una lotería que puede cambiar para siempre el futuro de una franquicia. Para que un equipo no se deje ganar premeditadamente para obtener el peor balance y elegir así en el número uno la temporada siguiente, se establece este proceso llamado lotería del draft. Así, el peor equipo es el que más posibilidades tiene de obtener el número uno, pero no el único. Todos los que no han entrado en playoffs aspiran a ello con más o menos posibilidades, que van del 25% de opciones que tiene el peor clasificado (este año los Bobcats) hasta el 0,5% del décimo cuarto por la cola (en esta ocasión, los Rockets). Por el medio quedan los Raptors de Calderón, que cuentan con el 3,5% de posibilidades. Este proceso adjudica las tres primeras posiciones y el resto se reparten en función de los resultados de la temporada. El sorteo determina el orden, pero eso no es sinónimo de éxito. Si no, que se lo digan a los Magic, a los que les sonrió la fortuna en 1993, cuando contaban con menos de un 1% de posibilidades de hacerse con el número uno y lo malgastaron con la elección de Chris Webber. La suerte decidirá esta noche, pero luego cada equipo será libre de elegir el 28 de junio al jugador que más se adapte a sus necesidades, aunque este año todo apunta a que Anthony Davis será el “elegido” sea cual sea la franquicia que obtenga el honor de elegir en primera posición. El último deseo de Michael Jordan, el chaval que creció soñando con parecerse al que dentro de un mes podría ser su jefe. NBA Comentarios Emilio V. Escudero el 30 may, 2012