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Blogs Pasando por el aro por Emilio V. Escudero

Una ACB a la americana

Emilio V. Escudero el

Sonrisas y lágrimas en el baloncesto español, que se desangra minuto a minuto a pesar de la algarabía de la ACB por las audiencias de la final entre Real Madrid y Barcelona. El deporte de la canasta es, en gran parte, ese duelo entre los dos grandes de nuestro baloncesto. Una final atractiva y emocionante que ha devuelto el interés al gran público, pero también lo es el drama del descenso y la lucha por entrar en playoffs.

Sin unos, no se sostienen los otros, aunque visto lo visto en las últimas semanas, solo los poderosos acabaran jugando en la Liga Endesa. No hace mucho tiempo que hablaba con un dirigente de un club de baloncesto importante de nuestro país. Me contaba que sin un equipo de fútbol detrás o sin el patrocinio de una caja o un banco (con la que está cayendo es posible que estos últimos comiencen también a pasarlo mal) era imposible hacer rentable un equipo de baloncesto. Lo advertía hace unos meses y lo hemos visto con el final de la temporada.

Tras la renuncia del Menorca a su plaza en la Liga Endesa, se confirma que este año no habrá ascensos en la ACB. Se los ha cargado la crisis y la falta de reflejos de la liga, que ha esperado demasiado para reaccionar. Hay un hecho que está claro: el baloncesto español NO es rentable. No lo es, lo miremos por donde lo miremos. No es un problema de gestión (en algunos casos mejorables), sino de principios. Problema de falta de interés ante el crecimiento de otros deportes -Fórmula1 o tenis- o del ahogamiento por la globalización que ha hecho que la NBA esté más presente que nunca y que ya no haya que recurrir al baloncesto patrio para disfrutar de la canasta.

Sea como fuere, lo que está claro es que algo debe cambiar y que la ACB no debería esperar más. Se habla mucho de modificar el sistema de competición. Yo me pregunto si no es el momento de buscar una liga cerrada al estilo americano. Aglutinar proyectos que salvaguarden el futuro, con una liga de desarrollo donde se formaran los jugadores antes de dar el salto. No se trata de privar a los menos poderosos de tener a su equipo luchando junto a los mejores, pero visto lo visto eso es algo que no depende ya de la valía deportiva. Así que es tiempo de no despilfarrar tiempo ni dinero. De no volcar ilusiones en vano y de concentrar esfuerzos. Mientras no lo hagamos, el baloncesto seguirá desangrándose… y lo peor de todo es que algunos no se están dando ni cuenta.

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Emilio V. Escudero el

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