La absurda incertidumbre de la ACB

Han tenido que pasar 24 horas (alguna más) para que la Liga Endesa y RTVE se pongan de acuerdo en las fechas y horarios de los partidos de playoffs por el título. ¡Un día y pico! Señores responsables, desde mi ignorancia me pregunto (seguro que muchos aficionados de esos que querrían viajar con su equipo también lo hacen) si es tan complicado reunirse tras la jornada dominical y hacer públicos los horarios. Repito, desde mi ignorancia en aspectos técnicos, ¿es tan difícil que equipos y aficionados puedan saber con cierta antelación el día en el que se va a disputar el encuentro? 

La UEFA, sin ir más lejos, cuando se realiza el sorteo de la Liga de Campeones o la Europa League, tarda aproximadamente media hora en ofrecer las fechas y los horarios. La ACB y Televisión Española han tardado 30 horas. El esperpento que supone el acuerdo entre la ACB y Televisión Española provoca este tipo de cosas. En la última jornada, en la que lo único que había en juego eran dos plazas de playoffs, la televisión pública ofreció en directo el partido entre el primero y el colista descendido. Un partido que no le interesaba a nadie. Formas de cuidar el producto.

Finalmente, y para que el aficionado lo sepa si no se ha enterado ya, Real Madrid y Blusens Monbús jugarán sus partidos en directo en la televisión pública el viernes (19.15 horas) y el domingo (12.40 h.), además del martes (19.15 horas) si es que hay necesidad de disputarlo. Partidos que, aunque tengan prórroga, no se cambiarán de La1 a Teledeporte por culpa del Telediario. Una batalla que sí ha ganado la ACB con la televisión respecto a temporadas pasadas.

A pesar de todo, Real Madrid y Blusens pueden considerarse afortunados. Los que más. El resto de eliminatorias, no han tenido tanta suerte. A primera hora de la tarde, sólo sabían que sus partidos se jugarán jueves-domingo-martes, pero no había horarios. Las Autonómicas lo han decidido hace sólo unos minutos y pueden consultarse aquí.

Mientras tanto, el baloncesto se desangra, como reflejaba con mucho acierto José Manuel Puertas en su bitácora de Tirando a Fallar. Y el aficionado, sufriendo una absurda incertidumbre que podría solucionarse con facilidad.