Treinta años después de su aparición, el número de accidentes y de víctimas en este tipo de aviones disminuye año tras año, aunque el caso del futbolista argentino Emiliano Sala ha conmocinado a la aviación
Mientras que los grupos de rescate seguían buscando al futbolista argentinoEmiliano Sala y las esperanzas de encontrarlo con vida se empezaron a reducir más a cada hora que pasaba. Pero la cuestión de la seguridad de los aviones ligeros ha vuelto a ponerse sobre el tapete.
Los expertos en seguridad aérea no dudan en afirmar que las denominadas ULM o avionetas ligeras (y la aviación en general) son uno de los medios de transporte más seguros que existen, y que las medidas de seguridad, si se siguen a rajatabla, hacen practicamente imposible que se produzca un siniestro. En este sentido, la inmensa mayoría de los accidentes en los que se ve implicada una aeronave ULM se debe a fallos humanos: la imprudencia de los pilotos al querer seguir volando en condiciones meteorológicas adversas suele ser la causa más probable de esta clase de accidentes.
Otra causa posible, esta vez mecánica, son los fallos de combustión o el mal funcionamiento de algún sistema o componente de la aeronave, lo que puede provocar una pérdida de control del aparato que puede resultar fatal. En 2017, en efecto el 33% de los accidentes aéreos de ULMs en España se debió, precisamente, a alguno de estos fallos mecánicos. En la actualidad existen formas capaces de evitar las consecuencias de uno de estos fallos, entre ellas un novedoso sistema de motor híbrido (de combustión y eléctrico) que en caso de fallo «regala» al piloto unos minutos extra de control para que pueda reaccionar ante un fallo del motor del avión durante el vuelo. Empresas como la española Axeter se han especialzado en este tipo de soluciones, que permiten mantener el control del aparato y aterrizar de forma segura o regresar al punto de origen sin más incidencias.
Leer AQUÍ el artículo completo
Tecnología