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Blogs Ciencia y Tecnología por José Manuel Nieves

Primeras horas con el iPhone 4

José Manuel Nieves el

El veredicto es claro. Diez en diseño, en tacto, a la pantalla, a la cámara, al sistema operativo… y un sorprendente suspenso en conectividad. La nueva criatura de Aple ya está en las calles de Estados Unidos. Y estas son las primeras impresiones después de pasar unas horas trasteando con él…

Hace sólo unos días que se ha puesto a la venta en Estados Unidos, pero la nueva versión del iPhone se extiende ya con rapidez por las calles de las princiales ciudades norteamericanas. A pesar de la polémica causada por un fallo de arquitectura que le impide mantener la señal cuando se coge el móvil con la mano izquierda, las ventas del iPhone 4 siguen aumentando y el último lanzamiento de Apple es tema obligado de conversación en todos los círculos y foros tecnológicos.

Por ejemplo en el Uplink de San Diego, evento al que el nuevo terminal de Apple no estaba invitado pero durante el que, sin embargo, fue uno de los temas favoritos de conversación entre los asistentes.

Pero veamos. Lo primero que sorprende al tener un ihone 4 en la mano es su “cuerpo”. Se trata de un terminal compacto, en el que el plástico no tiene cabida, todo metal y cristal pulido, que transmite de inmediato una agradable sensación de solidez al usuario. En efecto, el teléfono está construido (igual que los portátiles de Apple), sobre una única pieza metálica troquelada (“unibody”), sobre la que después se instalan los componentes electrónicos. La batería, igual que en los modelos anteriores, sigue sin ser extraíble, y tampoco esta vez se ha incorporado una ranura para tarjetas adicionales de memoria.

Algo más fino que el 3Gs (9,3 mm contra 12,3 mm), el terminal tiene el mismo tamaño de pantalla (3,5″) que su predecesor. Los botones también son los mismos y están situados en el mismo sitio que en el modelo anterior, salvo la cuna de la tarjeta SIM, que está en un lateral en lugar de en el canto superior. Por cierto, el iPhone 4 no utiliza una SIM convencional, sino una Micro SIM, como el iPad.

Los perfiles son más geométricos que en el 3GS. Los ángulos han sustituido a las curvas y las superficies planas a las ligeramente abombadas. Las dos caras del terminal, completamente lisas, son de cristal pulido, unidas por el canto con una única banda metálica cromada. Lo cual ofrece una sensación táctil inmejorable.

Otra diferencia. El iPhone 4 incorora dos cámaras, una frontal y otra trasera (de 5 megapixel) con flash led. La calidad de las imágenes y de los vídeos es realmente excelente (era una de las pegas de los modelos anteriores). Incluye un sensor de luz adicional en la parte trasera que permite grabar incluso en ambientes con escasa iluminación. Puede grabar vídeo en HD (a 720 p) y a 30 fotogramas por segundo. El teléfono lleva incorporada la aplicación iMovie, lo que permite editar, añadir títulos o transiciones a los vídeos desde el propio terminal.

La cámara frontal, además, apoya otra de las novedades aportadas por Apple con este nuevo dispositivo. Se trata de un nuevo tipo de videoconferencia, llamada FaceTime, que funciona sólo vía WiFi y entre iPhones 4, pero que promete, según Apple, revolucionar la vídeoconferencia tal y como la conocemos.

Una funcionalidad que, a pesar de que ya existe en otros terminales desde hace años, no ha cuajado entre los usuarios debido al coste de las llamadas. Igual que ya ha hecho con los tablets (que también existían pero sólo en círculos minoritarios) la promesa del FaceTime es popularizar la videoconferencia y convertirla en una aplicación de uso masivo.

La pantalla ofrece una calidad y definición de imagen realmente excepcionales. Está construida sobre un sistema de cristal líquido desarrollado por Apple (Retina) y multiplica por cuatro la resolución de los modelos anteriores. Por cada píxel de la pantalla de un 3Gs, el iPhone 4 tiene cuatro. Baste decir que, a pesar de ser tres veces más pequeña que la del iPad (3,5″ contra 9,7″), la pantalla del nuevo teléfono tiene el 87% de los píxeles que la del tablet.

Algo que, además de conferirle una definición fuera de lo común, facilita y mejora enormemente la precisión al tacto. En efecto, basta un suave roce del dedo para activar cualquier función o control del terminal. Las sensaciones de suavidad y de control tactil sobre la pantalla son realmente espectaculares.

El sonido, cuando es exterior, no es estéreo, a pesar de que el terminal incorpora dos altavoces. Es decir, que cuando se reproduce música sólo suena un altavoz. Sin embargo, cuenta con dos micrófonos diferentes, lo que permite hablar y escuchar con claridad a nuestro interlocutor aunque estemos en un ambiente muy ruidoso. Incorpora una salida para auriculares Jack 3,5. El Bluetooth, 2.1, sigue estando limitado y no permite ni el envío ni la recepción de archivos. Sólo se puede utilizar para conectar el teléfono a un sistema de manos libres cascos o altavoces.

La batería, mayor que la del iPhone 3Gs, dura más y extiende, por ejemplo, de 30 a 40 las horas de reproducción contínua de audio. Algo que es posible también debido al diseño del nuevo procesador, un A4 de 1 Ghz basado en un ARM Cortex 8 (el mismo que incorpora el recientemente lanzado Samsung Galaxy). El tiempo de apertura de aplicaciones es mínimo, y se nota mucha diferencia en la rapidez con que el terminal ejecuta las órdenes. Salvo excepciones, cualquier tarea se realiza casi al instante.

Por supuesto, el terminal incorpora el nuevo sistema operativo, iPhone OS4, que permite multitarea, creación de carpetas con aplicaciones, correos unificados y hasta cien nuevas características en relación al sistema oertivo anterior.

Parece mentira que un teléfono tan cuidado y sofisticado en todos los aspectos esté teniendo problemas serios de conectividad. Existe, en efecto, una gran polémica debido al hecho de que la situación de la antena receptora (en la parte inferior del canto izquierdo) hace que se pierda la señal, o buena arte de ella, al sujetar el teléfono con la mano izquierda. Pude comprobar personalmente que, en efecto, el problema existe. Al sujetar el móvil con la izquierda (y tapar, por lo tanto, la antena con la mano), bastan algunos segundos (alrededor de veinte) para ver cómo las rayas de cobertura bajan hasta casi desaparecer.

Apple asegura que no es para tanto, y que existe en el iPhone 4 un “error de cálculo” a la hora de determinar la cobertura, que se traduce, al parecer, en que siempre aparecen una o dos rayas más de cobertura de las que hay efectivamente. La compañía promete solucionar el problema en la próxima actualización de software.

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José Manuel Nieves el

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