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Rayos gigantes que caen… hacia arriba

José Manuel Nieves el

Puede que la imagen sobre estas líneas no sea demasiado buena, pero constituye un valioso y raro documento científico. Se trata, en efecto, de una de las pocas fotografías que existen (sólo cinco desde 2001) de un rayo gigante, un monstruo eléctrico de más de setenta km de longitud, formado sobre una tormenta y que en lugar de caer al suelo se dispara hacia el cielo, hasta la ionosfera, en la frontera misma del espacio.

El extraño fenómeno duró apenas un segundo y fue captado por casualidad por los instrumentos de observación de Steven Cummer, ingeniero de la Duke University, que esta semana publica un estudio al respecto en Nature Geoscience. Los rayos gigantes son uno de los fenómenos meteorológicos eléctricos menos estudiados. Tanto, que su existencia se conoce apenas desde hace unos años.

Se forman en determinadas tormentas, aunque no siempre, liberan una gran cantidad de energía, muy parecida a la que desprenden sus “primos” terrestres, pero con la diferencia de que se dirigen hacia arriba y son mucho, muchísimo más grandes. Mientras que un rayo convencional viaja como máximo unos 6 km hasta el suelo, los gigantes recorren hasta 70 km de distancia. Y lo hacen hacia arriba.

“A pesar de las malas condiciones de visión, ya que había luna llena y la atmósfera estaba muy brumosa, conseguimos captar este rayo gigante”, explica Cummer. Una imagen de inestimable valor y que ayudará a los científicos a comprender mejor estos extraños fenómenos. Hasta ahora y desde 2001, rayos como éste sólo han sido fotografiados en cinco ocasiones, y nunca con tanta claridad.

“Esta confirmación visual de descargas eléctricas extendiéndose desde lo alto de una tormenta hasta el borde de la ionosfera nos proporciona una importante nueva ventana para observar cómo funciona el circuito eléctrico de la Tierra”, explica el científico. “Nuestras mediciones muestran que los rayos gigantes son capaces de transferir una notable carga eléctrica hasta los límites de la ionosfera”.

“Esencialmente -continúa Cummer- se trata de rayos que van hacia arriba, desde las formaciones tormentosas, y que liberan su carga igual que los rayos convencionales que van desde las nubes al suelo. Lo que nos ha impresionado es el tamaño del acontecimiento”.

Según los datos de Cummer, la cantidad de electricidad descargada por el rayo gigante es comparable a la de un rayo convencional. Sólo que los gigantes viajan mucho más rápido y llegan mucho más lejos, debido al hecho de que entre las nubes y la ionosfera el aire es mucho más liviano que el que hay entre las nubes y el suelo, y ofrece mucha menos resistencia.

Otra diferencia está en el número de “brazos” o canales de estos rayos, que se dividen en múltiples ocasiones, mucho más que los “terrestres”. “Dado que las reservas de electricidad de las nubes de tormenta son la fuente de la que se nutren tanto los rayos normales como los gigantes -asegura Cummer- y que ambos fenómenos implican un contacto entre estas reservas y una gran superficie conductora, no resulta sorprendente que sus transferencias de carga sean comparables”.

Sin embargo, los investigadores no saben aún cuáles son las condiciones que deben darse para que forme un rayo gigante, ni tampoco cuáles son los tipos de tormenta más adecuados para ello. Es decir, que a día de hoy resulta imposible predecir dónde y cuando se formará uno. Si sumamos a esta incertidumbre el hecho de que apenas duran un segundo, se explica la gran escasez de imágenes para estudiarlos.

El vídeo que aparece bajo estas líneas muestra varios rayos gigantes, captados por casualidad en agosto de 2007 sobre los cielos de Oklahoma por una cámara instalada para fotografiar una lluvia de estrellas.

De hecho, también Cummer captó su rayo por simple casualidad, ya que sus instrumentos estaban calibrados para capturar otra clase de fenómenos atmosféricos y no incluían cámaras capaces de obtener buenas fotografías de un acontecimiento de tal magnitud. Ahora, el científico planea instalar nuevas cámaras de alta velocidad para conseguir imágenes de un rayo gigante en color y en alta resolución. Imágenes que den pistas sobre los procesos químicos y las temperaturas que se dan en el interior de uno de estos raros gigantes eléctricos.

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