Estoy estos días en Estados Unidos, entrevistando a algunos de los máximos responsables de la Administración Obama para para la lucha contra el cambio climático. En esta, como en otras cuestiones de importancia global, la Ciencia tiene mucho que decir. Y deberíamos de aprender de un país que en apenas ocho meses ha cambiado completamente de rumbo (lo de Bush era una verguenza) y se está volcando en cuerpo y alma (y con mucho dinero, a pesar de la crisis) en encontrar soluciones políticas y tecnológicas al que sin duda es el mayor problema al que se enfrenta la humanidad.
Me he enterado aquí de la iniciativa de Javi Peláez y su campaña La ciencia en españa no necesita tijeras. Y me sumo a ella. Por supuesto que sí. Un país que renuncia a aportar conocimiento a la comunidad internacional lo que hace es comportarse de una forma irresponsable y al mismo tiempo suicida. El dinero que hoy se invierta en investigación se recogerá mañana multiplicado por diez en forma de retornos de todo tipo, desde comerciales a puestos de trabajo. Hay que ser muy corto de miras para recortar los ya cortos presupuestos para la investigación en España. Suscribo plenamente también lo que dice Alfonso Gámez en Magonia, citando a Francisco Ayala: en Estados Unidos “el 50% del desarrollo económico se atribuye a nuevos descubrimientos científicos y tecnológicos”.
Que tomen nota. Y que reaccionen, aunque sólo sea por una vez.
