Autopsias. Hacan falta más autopsias. Con 4,3 millones de infectados y más de 297.000 muertos en el mundo, los científicos no saben aún exactamente cómo mata el coronavirus. Lo que sí tienen claro, sin embargo, es que si se quiere comprender cómo la enfermedad está afectando a los distintos órganos, la forma más efectiva es hacer la mayor cantidad de autopsias que sea posible.
Y ahí, precisamente, es donde está el problema. Tal y como señala la revista « Nature», la urgencia de la situación, con miles de enfermos saturando la capacidad de los hospitales, ha ralentizado mucho el ritmo al que se llevan a cabo las autopsias. Literalmente, casi no hay tiempo para hacerlas, ni tampoco manos suficientes para dedicarse a la tarea. Además, al tratarse de una enfermedad infecciosa, el contacto con cadáveres que aún pueden transmitir el virus necesita de medidas adicionales de seguridad, lo que complica aún más la capacidad para hacer todas las autopsias que serían necesarias.
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Ciencia