En condiciones extremas, las moléculas de aceite pueden ser forzadas a disolverse en el líquido elemento.
Según nuestra experiencia cotidiana, el aceite y el agua se repelen y no pueden mezclarse. Ahora, un equipo de investigadores de la Universidad de Edimburgo acaba de demostrar que eso no es cierto. O por lo menos no lo es si se dan determinadas condiciones. (Más información: Descubren que el agua no es un líquido, sino dos)
En un estudio recién publicado en Science Advances, los científicos han demostrado, en efecto, que las moléculas de aceite, que normalmente repelen el agua, pueden ser “forzadas” a disolverse en el líquido elemento si ambas sustancias (agua y aceite) se someten a presiones extremas.
En sus experimentos, los investigadores aplicaron una gran presión a una serie de pequeños contenedores llenos de agua y metano, creando en su interior condiciones similares a las que se dan en las profundidades oceánicas o en el interior de planetas como Urano o Neptuno.
Comprimiendo el metano junto al agua, los científicos lograron descubrir cómo ambas sustancias interactuaban a medida que las condiciones (la presión ejercida sobre ellas) aumentaba. El metano se utiliza a menudo en experimentos para estudiar las propiedades de moléculas hidrófobas. Sustancias, como el aceite, que repelen el agua. El estudio sugiere, además, que sería posible mezclar con agua otros tipos de moléculas hidrófobas utilizando el mismo método.
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Ciencia