A pesar de que es la estrella más cercana a la Tierra y nuestra propia existencia depende por completo de él, el Sol sigue ocultándonos un gran número de secretos. Por ejemplo, seguimos sin saber por qué su corona, la capa más externa de su atmósfera, donde se origina el viento solar, mantiene temperaturas que sobrepasan el millón de grados centígrados, mientras que la superficie no pasa de 6.000 grados.
En Agosto de 2018, la NASA lanzó hacia el Sol la Parker Solar Probe, una sofisticada misión cuyo objetivo es acercrse como nunca hasta ahora nuestra estrella particular. Y el objetivo es, precisamente, identificar los mecanismos que hay tras el enorme calentamiento de la corona y la aceleración del viento solar, un continuo flujo de partículas de plasma que se expande por el espacio y que «inunda» todo el Sistema Solar. Esta misma semana, cuatro estudios diferentes en Nature informan de los primeros resultados de la sonda, que se ha convertido en el ingenio humano que más ha conseguido acercarse al Sol.
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Ciencia