Parece que, últimamente, el número de “estrellas extrañas” descubiertas por los astrónomos se multiplica. Todo empezó a mediados de 2015 con KIC 8462852 (la famosa “estrella de Tabby”, ¿recuerdan?) y sus inexplcables fluctuaciones de brillo, oscurecimientos aleatorios, aparentemente antinaturales y que llegaron a hacer pensar a más de un astrónomo en la posibilidad de que nos hubiéramos topado, por fin, con una muestra de tecnología extraterrestre, una gigantesca “esfera de Dyson” construida alrededor de la estrella misma para extraer su energía. Por supuesto, solo se trataba de una hipótesis entre muchas, pero hasta que no se encuentre una explicación para tan extraño comportamiento, cosa que aún no se ha hecho, todas las hipótesis son igualmente válidas…
Pero Tabby no se quedó sola. Y nuevas estrellas con comportamientos “inexplicables” se han ido sumando a una lista que es aún muy corta, pero que no deja de crecer. La última, o mejor dicho, las últimas en hacerlo, han sido dos estrellas que se encuentran a 360 años luz de distancia y que han sido bautizadas conjuntamente con el nombre de HD 139139. Según explican sus descubridores en un artículo recién publicado en Arxiv.org, estas son, a todas luces, las más extrañas encontradas hasta ahora. Y es que en un periodo de apenas 87 días, ambas experimentaron hasta 28 oscurecimientos “anómalos” y para los que no se ha encontrado una explicación.
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Ciencia