El satélite europeo Gaia observa cómo millones de estrellas se mueven, inexplicablemente, en espira.
La sonda espacial Gaia, la misión europea que tiene por objetivo elaborar un detallado catálogo con la posición, la distancia y la velocidad de más de mil millones de estrellas de nuestra galaxia, acaba de encontrar una sorprendente “perturbación” en la Vía Láctea. Y es que la galaxia en que vivimos está, aún, sufriendo los efectos de un “encuentro” pasado. En efecto, millones de estrellas no siguen la órbita “dulce y plana” alrededor del centro galáctico, como sería de esperar, sino que se mueven de forma parecida a como lo hacen las ondas de agua en un estanque después de tirar una piedra. El sorprendente hallazgo se publica esta semana en Nature.
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Ciencia