“Gracias, Naturaleza”. Con esas palabras, Fabiola Gianotti, portavoz del experimento ATLAS, del CERN, terminaba la histórica intervención durante la que confirmaba el hallazgo de una nueva partÃcula con todas las caracterÃsticas predichas para el bosón de Higgs. Antes que ella, Joe Incandela, portavoz del CMS, el segundo gran experimento europeo implicado en la búsqueda, hacÃa lo propio ante un auditorio que estalló en vÃtores y aplausos. Incandela consiguió emocionar al mismÃsimo Peter Higgs, el fÃsico que en 1964 predijo la existencia de la partÃcula, que no logró contener las lágrimas. El anuncio de los resultados obtenidos por separado por ATLAS y CMS pone fin a casi cincuenta años de “cacerÃa”, la más larga, intensa y costosa de toda la historia de la FÃsica moderna.
¿Cuál o cuales serán, a partir de ahora, los pasos siguientes? Muchos están convencidos de que el hallazgo del bosón de Higgs abre las puertas a nuevos y apasionantes campos de investigación y a respuestas con las que hoy la FÃsica apenas si se atreve a soñar. Materia oscura, supersimetrÃa, unificación de las fuerzas de la Naturaleza… Hoy se ha cruzado un umbral que abre para la Ciencia infinitas posibilidades.
Aunque resulta difÃcil concretar, estas son algunas de las consecuencias más previsibles del hallazgo del Higgs.
Confirmación del Modelo Estandar
El Modelo Estandar es el la teorÃa que engloba todos nuestros conocimientos sobre el mundo subatómico. El modelo predice con exactitud todas las partÃculas que forman la materia, y tambi��©n las fuerzas que actúan entre ellas, haciendo posible que el Universo sea tal y como lo conocemos.
Todas las partÃculas predichas por el Modelo Estandar han sido paulatinamente descubiertas en laboratorio. Sólo faltaba una: el bosón de Higgs. Su hallazgo supone la confirmación definitiva de que las ideas actuales son correctas, por lo menos en cuanto se refiere a la materia ordinaria, de la que todos estamos hechos. Si el Higgs no se hubiera descubierto, habrÃamos tenido que asumir que algo en el Modelo Estandar estaba equivocado. Y eso habrÃa obligado a replantear todo desde el principio.
Sin embargo, y a pesar de su exactitud, el Modelo Estandar sigue sin poder “cuantificar” la gravedad, una de las cuatro fuerzas fundamentales de la Naturaleza, y tampoco explica lo que son la materia y la energÃa oscuras, responsables del 96% de la masa del Universo. Toda la materia ordinaria, la que forma las galaxias, las estrellas y los planetas, apenas si suma un 4% del total. Puede que el Higgs abra nuevas ventanas para la comprensión del Universo en que vivimos.
Si hay algo que hemos oÃdo ya hasta la saciedad es que el bosón de Higgs puede resolver el misterio de por qu��© las cosas tienen masa. Algo que, si lo pensamos mÃnimamente, resulta de la máxima importancia, ya que si las partÃculas subatómicas no tuvieran masa la materia sólida no existirÃa.
El bosón de Higgs está asociado a un campo energ��©tico, llamado el Campo de Higgs, que inunda todo el Universo de la misma forma en que el agua inunda una piscina. Y es precisamente asÃ, “nadando” en el campo de Higgs, como las diferentes partÃculas (protones, neutrones, electrones, etc.) adquieren su masa.
Las más pequeñas y ligeras encuentran menos resistencia a la hora de moverse. Las más grandes lo hacen con mayor dificultad. Sin este mecanismo, ninguna partÃcula tendrÃa masa y ninguna de ellas habrÃa podido juntarse con otras partÃculas para formar átomos y despu��©s, poco a poco, objetos más complejos y grandes como estrellas y planetas (o seres humanos).
Por eso, el hallazgo del bosón de Higgs tambi��©n confirma que este mecanismo existe, y que funciona además tal y como lo predecÃan las teorÃas. Ahora, el siguiente paso será el de explicar la razón por la que cada tipo individual de partÃcula tiene exactamente la masa que tiene, y no cualquier otra. Lo que, a su vez, podrÃa abrir las puertas a cuestiones que, hoy por hoy, siguen envueltas en el misterio.