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Blogs Música para la NASA. por Álvaro Alonso

Hazlo otra vez, Walter Becker

Hazlo otra vez, Walter Becker
Álvaro Alonso el

Walter Becker murió hoy 3 de septiembre a los 67 años de edad.  Hace unas semanas Donald Fagen excusó a su compañero por estar recuperándose de una enfermedad. Habían cancelado sus clásicos conciertos de la costa este y oeste. Esta pareja de grandes amigos habían sido objeto de culto apasionado por una horda de fans (Antonio Vega era fan, lo mismo que Andrés Calamaro). Y esto a pesar de haber vendido millones de copias ya en sus inicios con su “Do It Again” en 1972. Los Steely Dan fueron un grupo atípico, sobre todo por su empecinamiento en no prodigarse en público. Lo que les gustaba era el estudio de grabación, componer canciones precisas y canallas. Además de sus respectivas carreras y de la ya clásica discografía como Steely Dan, Walter Becker se vio envuelto en otros trabajos tal vez menos conocidos como las colaboraciones en los discos de Thomas Jefferson Kaye en 1973 y 1974 o más recientemente en el disco de Madeleine Peyroux “Half The Perfect World” de 2006.

Steely Dan, precisos y canallas. Donald Fagen y Walter Becker, brillantes, perfeccionistas hasta la extenuación. Emocionales contra todo pronóstico. Magos del estudio (Walter Becker deja una exquisita lista de producciones como parte de su legado). Inclasificables, a caballo entre el jazz y el pop. Inimitables. En 1994 Brian Sweet publicó una exhaustiva y completa biografía: Steely Dan, Reelin´ in the Years (Omnibus Press) puesta al día en 2007. Ahí están aclarados gran parte de los misterios de su magistral carrera. Pero si necesitas una guía rápida para adentrarte en su eminente discografía, te animo a que sigas leyendo.

Donal Fagen nace en Passaic, Nueva Jersey el 10 de enero de 1948. Walter Becker nace en Nueva York el 20 de febrero de 1950. Ambos crecen en un ambiente de suburbio con una intensa desafección, van a la escuela y escuchan la música de sus ídolos, que no provienen del pop sino del jazz: Charlie Parker, Duke Ellington y John Coltrane. Pronto sienten una gran afinidad con el estilo de vida de los músicos de jazz.

Donald Fagen conoce a Walter Becker en las clases del Bard College, en Annandale-On Hudson, Nueva York, en 1967. Fagen, pianista, escucha a alguien tocando una guitarra de blues en una reunión de estudiantes y decide presentarse. Descubre a Walter Becker tocando una Epiphone roja y enseguida siente que tienen ambos los mismos intereses en música y un irónico sentido del humor compartido. La amistad nace de inmediato.

Forman juntos varias bandas como “The Leather Canary” o “The Don Fagen Trio”. Comienzan a escribir canciones juntos.

Fagen se gradúa como filólogo en 1969. Becker deja también Annandale y ambos se mudan a Brooklyn, decididos a enviar sus canciones al Brill Building de Manhattan. De primeras no tuvieron gran éxito en sus intentos, pero consiguieron un contacto importante en Kenny Vance, de Jay and the Americans. Vance les ayuda a grabar unas primeras demos e incluso les da un primer trabajo como compositores para la BSO del film de Richard Pryor “You Gotta Walk It Like You Talk It”. Vance contrata a Fagen y Becker como músicos acompañantes en el tour de 1970-71 de Jay and the Americans.

Fagen y Becker encontraron a una figura capital en su historia posterior, el aspirante a productor Gary Katz, en Nueva York. Poco después la fortuna hizo que Katz encontrara trabajo en el staff de producción de ABC Records en Los Angeles, y enseguida les ofreció a Fagen y Becker un puesto como compositores del sello. Con la esperanza de hacerse grandes, Donald y Walter se trasladan a L.A. en noviembre de 1971.

Primeros tiempos

Las primeras canciones que presentaron eran demasiado sofisticadas para los otros artistas de la ABC (Three Dog Night, Dusty Springfield), así pues Donald y Walter comienzan secretamente a montar su propia banda con Gary Katz como productor. Reclutan a Denny Dias como guitarra, al cual habían conocido en Nueva York tras leer un anuncio en “The Village Voice” en el que se leía: “Se busca teclista y bajista. Se requiere jazz chops!”.  Lo cual en argot de jazz o “jive talk” de Harlem significaba “habilidades para el jazz”. Dias vuela entonces hasta la costa oeste para ayudar a los chicos en la formación de su banda.

Can´t Buy A Thrill

Con Fagen en los teclados y las voces y Becker en el bajo, deciden fichar al guitarrista Jeff “Skunk” Baxter y al batería Jim Hodder. Ahora, la banda necesita un nombre y dado que ambos eran ávidos lectores de la literatura “Beat” de los cincuenta, deciden llamar a su banda “Steely Dan” en homenaje a la novela “El almuerzo desnudo” de William Burroughs.

La banda comienza a ensayar en una desvencijada oficina desierta del edificio de ABC. Realizan allí mismo una primera grabación con Roger Nichols, otra figura capital en esta historia. Nichols era un ingeniero nuclear que se pasó a ingeniero de sonido y que se convierte en amigo inseparable del dúo hasta hoy en día.

Fagen no se sentía muy cómodo ante el micrófono, por lo que deciden contratar a David Palmer como vocalista principal. Sin embargo el estilo de Palmer no casaba bien con lo que estaban tramando, así que finalmente es el propio Fagen el que canta en todas las canciones excepto tres. El álbum termina llamándose “Can´t Buy a Thrill”, con la ayuda de algún otro músico de estudio, como Eliott Randall y Jerome Richardson para varios solos.

El disco se realiza en octubre de 1972 sin grandes expectativas, pero cuál es su sorpresa cuando estalla un hit llamado “Do It Again” que logra alcanzar el #6 en las listas. El sello presiona a la banda para que hagan rápidamente un tour. Emerge un segundo hit y “Reelin´In The Years” alcanza el #11 en las listas. El álbum obtiene el disco de oro y llega hasta el #17. Fagen ya piensa en el próximo álbum con la decisión de ser él quien cante todas las canciones, de modo que David Palmer deja el grupo.

Countdown to Ecstasy

Debido al sorprendente éxito de “Can´t Buy A Thrill”, Steely Dan se vieron bajo una tremenda presión de ABC Records para continuar de gira promocionando el álbum, mientras al mismo tiempo grababan el segundo. Consecuentemente las canciones las pudieron grabar rápidamente en dos paradas de la gira durante 1973. Fagen y Becker declararon más tarde que este hecho dio como resultado una clase de sentimiento muy “en vivo”, no en vano iban a grabar al estudio los mismos que se subían a dar los conciertos. Las canciones se convirtieron en “Countdown to Ecstasy”, realizado en julio de 1973. Se elige como primer single “Showbiz Kids” y, a pesar del impresionante trabajo con la slide guitar de Rick Derringer, el disco sencillo solo alcanza el #61 de las listas. “My Old School”, un homenaje a sus años en Bard, tampoco funcionó demasiado bien como single, alcanzando el puesto #63.

Pese a todo, este segundo elepé de Steely Dan obtuvo excelentes críticas y sus canciones comenzaron a ser favoritas para los programadores de radio, impresionados por los resultados del sonido del grupo en las ondas.

Pretzel Logic

La discográfica siguió presionando para producir más singles de éxito. Fagen y Becker continúan escribiendo y dentro del siguiente álbum “Pretzel Logic” de marzo de 1974 aparece su más grande éxito, “Rikki Don´t Lose That Number”, que alcanza el #3 en marzo de 1974. Becker & Fagen continúan con su práctica de traer al estudio otros músicos que puedan entonar y acrecentar el sonido que ellos querían encontrar para sus canciones. Es así como aparece en la vida de los Dan un músico de sesión llamado Jeff Porcaro, con quien se iniciará desde entonces una larga y fructífera amistad. Comienza el segundo tour de la banda, con Porcaro como segundo batería, a lo que hay que añadir un fabuloso descubrimiento de Katz llamado Michael McDonald como segundas voces y teclados y un tercer vocalista, Royce Jones.

Mientras que por una parte la banda era claramente más robusta que la del primer tour, las condiciones del segundo fueron insufribles para el grupo, abriendo en varias ocasiones concierto de bandas de heavy metal. Tras el show en el Centro Cívico de Santa Mónica, en California, del 4 de julio de 1974, Steely Dan decide renunciar a los conciertos en directo para centrarse en escribir y grabar canciones. Baxter, tras el anuncio, decide largarse con los Doobie Brothers.

Katy Lied

Felizmente renacidos ahora como una unidad artística estrictamente dedicada al estudio de grabación, Fagen y Becker comienzan a trabajar en un nuevo álbum con la ayuda de Porcaro y McDonald. Con Baxter fuera, Becker comienza a añadir más trabajo de guitarra a sus líneas de bajo. Se incluyen cada vez más contribuciones del mundo del jazz que del rock en el nuevo álbum, como el saxo de Phil Woods y la guitarra de Larry Carlton (Crusaders). “Katie Lied” se realiza en marzo de 1975, pero pese a las críticas favorables no alcanza más que el #37 con “Black Friday”, algo que en verdad preocupaba bastante más a los ejecutivos de ABC que al propio grupo.

A pesar del éxito de “Katy Lied”, que alcanza el estátus de disco de oro y el puesto 13# de las listas, Fagen y Becker se empiezan a angustiar con el sonido del álbum debido a un fallo en la cinta de grabación, hasta el punto de negarse a escuchar el resultado final.

Otro acontecimiento de envergadura en la banda es la fuga de Michael McDonald quien sigue a Baxter para convertirse en vocalista de los Doobie Brothers. Pese a ello es posible encontrar a McDonald colaborando en los últimos discos de Steely Dan.

The Royal Scam

Becker y Fagen vuelven al estudio para trabajar en su siguiente álbum, oficialmente el primero construido en el formato de dúo. “The Royal Scam” se realiza en mayo de 1976 y pasa a ser reconocido como su mejor “álbum de guitarras”, mayormente debido al fantástico trabajo de Larry Carlton. Pese a contener canciones que luego sonarían insistentemente en las emisoras de radio, como “The Fez” (la única canción firmada con un tercer miembro, Paul Griffin, que toca en ella el órgano), “Kid Charlemagne” y “Don´t take me alive”, y aunque “Haitian Divorce” tuvo un relativo éxito en Inglaterra, el álbum volvía a carecer de un hit claro que tranquilizara los deseos de la compañía. De nuevo disco de oro y esta vez alcanzan el puesto 25# en las listas.

Aja

ABC Records, tozuda en sus propósitos de obtener del grupo singles de éxito y giras de conciertos llevan a Becker y a Fagen de vuelta a los estudios, dando como resultado en septiembre de 1977 uno de sus más aclamados álbumes, “Aja”, compuesto por las piezas más jazzísticas y extensas de toda su carrera. En ellas se posicionan al lado de gigantes del jazz como Joe Sample, Wayne Shorter y Tom Scott. “Aja” se vuelve su primer álbum de platino situándose en un increíble puesto 3# en las listas, al lado de Billy Joel y su “The Stranger” y el superventas “Rumours” de Fleetwood Mac. Entran en listas los singles “Peg”, “Deacon Blues” y “Josie”, es decir, tres de las siete canciones del que es para muchos su mejor disco.

Fagen y Becker aceptan volver a la carretera, pero esta vuelta al directo se ve pronto abortada cuando los miembros de la banda comenzaron a comparar entre sí los diferentes rangos de salario que se cobraban por actuación. De todas formas, el disco ganó un Grammy al mejor disco con un ingeniero de sonido no-de-clásica. En 1978 el dúo realiza la canción que da título a la película “FM”, que también se coló en la el 22# de las listas.

Gaucho

Tras el fenomenal éxito de “Aja”, ABC dejó de presionar, por lo que el dúo pudo trabajar más relajadamente. El sello saca un luego famoso “Greatest Hits” en noviembre de 1978, donde se incluye la inédita “”Here At The Western World”. Esta colección alcanza el platino y sube al 30# de las listas. Pero Becker y Fagen se sienten cansados de la escena de L.A., y deciden volver a Nueva York para comenzar a grabar su nuevo y a la postre último álbum.

Durante la grabación de “Gaucho” la fortuna les jugó varias malas pasadas. Lo cuenta Brian Sweet en la biografía del grupo: Walter Becker paseaba con un amigo cerca de su casa cuando un taxi amarillo le atropelló, fracturándole la pierna derecha en varios lugares, por lo que tuvo que sufrir durante seis meses las secuelas del accidente. Con amarga ironía, Becker calificó el misterio de aquel taxi y su pierna en el mismo lugar del espacio físico como un “milagro cuántico”.  Pero aún hay más, y una de las nuevas canciones en las que más esperanzas habían puesto, “The Second Arrangement”, es estropeada accidentalmente por el asistente del ingeniero de sonido.

A ello hay que sumar las amargas disputas entre las compañías de discos. Becker y Fagen habían firmado contrato con Warner, pero ABC (ahora propiedad de MCA) sabía que tenían firmado un álbum más de Steely Dan. MCA ganó la disputa, pero no se le ocurrió idea más brillante que subir el precio a $9.98, un dólar más que el resto de discos. Finalmente sale a la venta con ese precio en noviembre de 1980.

En cuanto al estilo del disco, “Gaucho” es una continuación de “Aja” en su inclinación cada vez más acusada hacia el jazz, con la inclusión de músicos de sesión de la escena del jazz. El álbum contiene algunas de sus más imprescindibles canciones como “Hey Nineteen”, hit que llegó hasta el 10# de las listas de singles. Por su parte “Gaucho” termina la carrera de Steely Dan como formación de manera brillante, con una más que sorprendente aceptación popular, ya que alcanza el #9 de las listas de elepés. Llegaron a sacar con éxito un segundo single, “Time Out Of My Mind”, #22 en listas de singles.

La Era Post-Dan

Tras la grabación de “Gaucho” la pareja se ve exhausta en lo musical y en lo personal. Su nueva compañía, la Warner Bros. anuncia un nuevo disco de Steely Dan. Pero este disco nunca existió. Becker se refugia en Hawai, mientras que Donald Fagen se encierra a trabajar junto a Katz y Nichols en un disco ya en solitario, el aclamado por la crítica (con razones más que suficientes) “The Nightfly”, en octubre de 1982. El disco alcanzó un más que notable éxito, llegando al #11 en listas. Sin embargo, Donald Fagen entró en una etapa de semi-retiro en la ciudad de Nueva York.

Fagen continuó componiendo y su siguiente trabajo, “Kamakiriad”, contó con la producción de su excompañero Walter Becker, quien no solo produce sino que compone junto a Fagen una de las canciones, “Snowbound”.

El reencuentro les lleva a una nueva gira de resurrección de Steely Dan durante el 93-94, su primer tour juntos en 19 años, con una más que poderosa banda de acompañamiento bautizada “Steely Dan Orchestra”. Todo vendido durante toda la gira y un éxito que les llevó continuar recorriendo el planeta hasta 1996. por su parte, Walter Becker lanza su primer trabajo en solitario en septiembre de 1994, “Eleven Tracks Of Whack”. Parecía más que posible la vuelta de Steely Dan.

Two Against Nature

Tras años de gira juntos, Fagen y Becker entraron de nuevo en fase de volver a escribir, un proceso que cristalizó en un nuevo disco de Steely Dan en 1997 titulado “Two Against Nature”, en el que colabora un impresionante elenco de artistas.

En 2003 se publica un nuevo disco de unos Steely Dan ya desde diciembre del 2000 encumbrados oficialmente con su sitio ganado por derecho propio en el Rock and Roll Hall of Fame. El nuevo elepé de estudio, “Everything Must Go” es seguido de una gira por Norteamérica.

Donald Fagen publica su tercer cedé en solitario “Morph the Cat” en 2007, mientras Walter Becker publica “Circus Money”, su segundo cedé en solitario al año siguiente.

Desde entonces se les ha visto envueltos en proyectos en vivo con Steve Winwood y de homenaje a Miles Davis, pero sin nuevas grabaciones hasta la fecha.

La faceta de Donald Fagen como escritor, que durante años ha mostrado sus buenas maneras desde su columna en la revista “Premiere”, ha encontrado fruto en el libro de carácter autobiográfico escrito por el propio Fagen sobre algunos recuerdos, influencias, su música y su visión de la vida en Eminent Hipsters, publicado por Viking a finales del reciente 2013. Ahí cuenta, entre muchas jugosas historias, la emoción que le causaron en su juventud las canciones de un trío de mujeres de excepcional talento llamadas Boswell Sisters. Sobre todo la carrera de Connie. O el impacto que le produjo la música de Ray Charles, rememorado tras su muerte en 2004.

Walter Becker deja también como legado producciones para artistas como China Crisis, Fra Lippo Lippi, Rickie Lee Jones, Michael Franks, Andy Laverne, Bob Sheppard o John Beasley.

 

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