La nueva política exterior (I). El consenso

Hace unos días, en una entrevista en ABC, el responsable de Relaciones Internacionales del PP, Jorge Moragas, aseguraba que no habrá nuevos bandazos en la política exterior española con el triunfo de Mariano Rajoy. Sin embargo, es claro que el rumbo de nuestra acción en el exterior va a ser cambiado. Sería bueno que, en los asuntos claves, el PP, pese a tener una amplia mayoría absoluta en el Congreso, se esforzara por conseguir el mayor consenso posible con el PSOE, como principal partido de la oposición y con el resto de fuerzas políticas.

Hay asuntos de Estado que deberían ser acordados y no sufrir modificaciones sustantivas con cada cambio de Gobierno. En algunos casos, como Gibraltar o el Sáhara Occidental, se lograron consensos hace tiempo, aunque, el Ejecutivo de Zapatero no los mantuvo siempre.

El PP está ante la oportunidad de establecer una nueva manera de actuar en política exterior. Si, como aseguran los dirigentes populares, se pretende que España vuelva a ser un país fiable para sus aliados, resultará bastante útil la adopción de consensos en el mayor número posible de asuntos o en los puntos clave de esos asuntos.

Junto a esto, parece oportuno el interés de Rajoy y su equipo de prestar una mayor atención a los aspectos económicos. No se pretende unir los ministerios de Economía y Exteriores, pero sí hacer hincapié en la llamada “diplomacia económica”. Es lógico, dada la difícil situación en que nos encontramos. Ayudar a nuestras empresas más allá de nuestras fronteras y singularmente en zonas como Iberoamérica, China o India, donde hay grandes posibilidades será una de las tareas del Departamento. Quizás las grandes empresas no necesiten tanto de ese apoyo e incluso, a veces, son ellas las que allana el camino a los políticos en algunos países. Sin embargo, las pequeñas y medianas empresas sí agradecerán que se les ayude a encontrar nuevos mercados.