ABC
| Registro
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizABC
Blogs Terminal Cero por Luis Ayllón

El tsunami árabe se acelera

Luis Ayllón el

Mubarak es el segundo autócrata que cae en la ola revolucionaria que recorre el mundo árabe. Ben Alí, después de todo, no aguantó ni los primeros envites del hastiado pueblo tunecino. Mubarak ha sido otra cosa. Era una pieza difícil de cobrar. Ha luchado durante más de dos semanas por mantenerse en el poder y sólo el tesón de los egipcios, día tras día en la plaza de Tahrir, ha conseguido que se vaya. Pero su caída abre, sin duda, la puerta al inicio o la reactivación de procesos similares en otros países de la región dominados por monarquías o regímenes con escaso pedigrí democrático y una gran corrupción en su seno. En Yemen o Jordania la gente ya salió a las calles y obtuvo cambios limitados. En Argelia la manifestación convocada y no autorizada para el sábado tiene en tensión a Abdelaziz Buteflika. En Irán apunta el renacimiento de la revolución verde. Todos saben que la presión puede ser eficaz. ¿Quién se atreve a decir quién será el próximo en caer?

 

 

Los países occidentales que no vieron venir este tsunami han seguido navegando entre dos aguas, temerosos ante la incertidumbre del cambio. Pocos fueron los que se atrevieron a decir a Mubarak: “Váyase”. Y entre estos no estaban ni España ni el resto de los europeos, que ahora celebran su abandono como si lo hubieran estado reclamando vivamente, cuando hace sólo cuatro días se abrazaban con entusiasmo al Mubarak que les contenía a los islamistas.

 

 

Decir ahora, como ha hecho Trinidad Jiménez, que la renuncia de Mubarak facilitará la transición es una obviedad. Haberlo dicho antes, hubiera sido un ejercicio de valentía política. Pero eso es mucho pedir a un Gobierno que suele ir a remolque en política exterior. (De hecho, mientras Merkel, Sarkozy o Cameron han salido a expresar sus reacciones, Zapatero ha dejado esa reacción en su ministra de Exteriores).

 

 

Pero ni el Gobierno español, ni los de los demás socios europeos, han sido capaces de lanzarse a las olas para cobrar delantera. Quienes vayan a gobernar en el futuro Egipto lo saben.

 

 

Europa ha vuelto a perder una gran oportunidad de ser un actor relevante en Oriente Próximo. Aún está a tiempo de sacar conclusiones de lo sucedido y cambiar de actitud poniéndose claramente al lado de quienes, en otros países, exigen los cambios que se les deben desde hace tiempo.

 

 

Oriente Próximo
Luis Ayllón el

Entradas más recientes