De la Marca España a la Marca Zapatero
Los Príncipes de Asturias acaban de entregar las acreditaciones como embajadores de la Marca España a Rafael Nadal, Santiago Calatrava, Antonio Garrigues, Inma Shara, el Instituto Cervantes, la Fundación Vicente Ferrer y la selección española de fútbol. Son personalidades e instituciones que han llevado el nombre de España a lo más alto, cada uno en su campo, pero haciendo que se hable de nuestro país en el mundo, normalmente en positivo.
Pero España viene marcada también por otras cosas, menos agradables: el elevado nivel de paro, el derrumbe de nuestros indicadores económicos, la pérdida de peso e influencia a nivel europeo y mundial y el escaso pudor del Gobierno de Zapatero para mentir cuando lo considera necesario para sus intereses. Aquellos que proclamaban lo de “merecemos un Gobierno que no nos mienta” han sido puestos en evidencia por la sentencia de la Audiencia Nacional que condena a los piratas del Alakrana. La sentencia dice que no hay ninguna duda de que el Gobierno pagó el rescate por los pescadores secuestrados. Tal afirmación ha sido rechazada una y otra vez por miembros del Ejecutivo, pero nadie les cree.
Es posible que, para salvar la vida de los tripulantes del pesquero, no quedara otra solución, pero lo que no puede pretender el Gobierno es que alguien dé por bueno que la puesta en libertad se debió a una exitosa actividad diplomática, sobre todo cuando, además, se impidió a la Armada salir en persecución de los piratas, como hizo Francia en una situación similar. Hoy, piratas y terroristas saben que España es de los que pagan y, además, que no está dispuesta a pegar un solo tiro contra los delincuentes, no vaya a ser que se empañe la imagen pacifista de Zapatero. Esa es una de las marcas que el presidente del Gobierno ha dejado en el mundo.
Zapatero