La iniciativa española, lanzada a finales de septiembre, para lograr que la Unión Europea deje de exigir visado a colombianos y peruanos para entrar en el espacio Schengen sigue avanzando, aunque aún no se han conseguido suficientes apoyos entre los países miembros del club. El último país en sumarse ha sido Francia, cuyo ministro del Interior, Manuel Valls, anunció el martes a su colega español Jorge Fernández Díaz, al terminar la reunión del Consejo de Justicia e Interior, que París levanta las objeciones que tenía -por motivos de seguridad- a la supresión de visados para Colombia y Perú.
España ya tenía la promesa del ministro francés de Exteriores, Laurent Fabius, como había anunciado públicamente hace unos días el ministro español José Manuel García-Margallo, citando, no solo a Francia, sino también a Alemania. En el caso alemán, aún falta el visto bueno del Ministerio del Interior, que se espera llegue pronto, y arrastre con él a Austria, que está en una posición similar.
Algunos países mantienen todavía reservas, especialmente los nórdicos, alineados con las reticencias que, al parecer, sigue mostrando la comisaria de Asuntos de Interior, la sueca Cecilia Malmstrom. Tampoco Italia termina de mostrar su apoyo. Por el contrario, Polonia, Portugal, Grecia, Países Bajos, Luxemburgo o Estonia respaldan la petición española.
El Gobierno español se ha empeñado decididamente en sacar adelante su iniciativa y confía, no solo en convencer a la Comisión Europea, sino en tener suficientes votos en el Consejo para lograr una mayoría cualificada y en conseguir el respaldo del Parlamento Europeo. Los resultados podrían verse en el primer semestre del año próximo.
El empeño de España conecta con lo que está siendo una de las apuestas de la política exterior de Mariano Rajoy: la vinculación de España con la Alianza del Pacífico, de la que forman parte, México, Chile, Colombia y Perú. Sólo a estos dos se les exige aún visado para entrar en Europa, a pesar de que ambos países tienen un acuerdo comercial ya en vigor con la Unión Europea, lo que no parece una buena señal de confianza en ellos.
Por el contrario, España cree que la supresión de los visados sería una buena muestra de que se premia a aquellos países que buscan estrechar sus relaciones con la Unión Europea y ofrecen, además, seguridad jurídica para las inversiones frente a los que no lo hacen.
España fue el primer país europeo en integrarse como observador en la Alianza del Pacífico, a la que, con posterioridad se sumaron también Estados Unidos y China, y está teniendo un papel activo en los trabajos del grupo, también fomentando la conexión con Europa y el interés de los europeos por la iniciativa y por Las naciones que la integran, que son, junto a Brasil, las que más están creciendo en América Latina.
De hecho, varias empresas españolas están consiguiendo importantes contratos en algunos de estos países, como es el caso de OHL, que se hizo con la construcción de una nueva Terminal del puerto de Valparaíso en Chile o de FCC, que se ha adjudicado la ampliación del puerto de El Callao, en Perú
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