Paris Jackson, muy cambiada en estos últimos dos años, se paseó como una diva experimentada y profesional. Sus cambios físicos, espectaculares, ya no recuerdan en nada a esa niña triste del funeral por su padre.

 

La presión social y la competitividad imponen nuevas reglas a la industria de la moda. Y así debería ser en otros sectores. Una fuerte concienciación social al respecto, cambiará el respeto al medioambiente y al futuro de la Tierra.

Turlington aprovechó para declarar que le ha encantado la colección de bellísimas prendas de “moda sostenible” de H&M.  A ver si la competencia sigue el ejemplo. Lo bello si bueno… dos veces bello.