Nada más y nada menos que en una cena con los Obama. Ni que decir tiene, que Michelle Obama marcó territorio cual “doberman sediento” y se aseguró ir bastante espectacular: como una diva de Hollywood, que es lo que ella quiere ser.
Vestido delicado de Marchesa, drapeado, con tul en el escote asimétrico, mostrando hombros, con bordados y “charcutería fina” tamaño “señora de Goliat”. Se suele sacar partido y “se encuentra definitiva”. Nos recuerda a la señora de Columbia, la de la antorcha pero sin el chal.
Pero Lupita le ganó la partida. Como se la gana a cualquiera que se le ponga por delante. No hay nada más guapo que un cuerpo proporcionado, con una piel bronce, una cara interesante y un estilo directo. Y ella ha entrado por la puerta grande, es africana y mejicana, con lo políticamente correcto que es aunar a las dos minorías más criticadas desde siempre: los llamados “latinos” y los de “color”.
Por si fuera poco, Lupita ha acudido a la cena de la Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca vestida de Oscar de la Renta, probablemente el modisto más elegante junto a la Herrera de toda América, de Alaska a Tierra de Fuego. De la Renta, recientemente premiado en Estados Unidos por la Asociación de Diseñadores con los máximos honores, interpretó con Lupita el estilo sirena, jugando como a menudo, con el negro y los lunares.
Las demás actrices, modelos y personalidades del mundo de la moda, iban chic, of course. Pero destacaban varias actrices: una relativamente sobria Sofía Vergara -para lo que nos tiene acostumbrados- replicaba la silueta sirena y también en bicolor, con un vestido de Romona Keveza.
La velada tuvo lugar en el Hotel Hilton. Destacó por su sencillez y de nuevo, por el corte sirena de su vestido, Freida Pinto, vestida de Thakoon, el adorado jovencito de Anna Wintour. Si quitara o quitase esa cara de pena que suele lucir…
La impresionante -y ya casi española – Irina Shayk se decantó por un mono de lentejuelas negro que no destacaba su tipazo ni era en exceso elegante. Las americanas, que hace años iban catetas y exageradas a estos actos, por qué no decirlo, nos van a ganar la partida si siguen aprendiendo a buen ritmo.
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