Boris Becker tuvo hace 14 años una hija nacida de una relación esporádica con una camarera afro-rusa.
La pelirroja Anna, es la viva imagen de su padre y se ha estrenado por la puerta grande en el mundo de la moda alemana.
Ha desfilado en la pasarela de Berlín, llamando la atención de propios y extraños por su tremendo parecido con su padre. Los otros dos hijos del tenista, habidos de su relación con Barbara Feltus, no se parecen tanto a Becker como su hija.
Anna, que ha guardado el apellido de su madre, Ermakova, se ha destapado como una chica con un físico original e inconfundible.
En su desfile para la marca Riani, era evidente quien es su padre, aunque ella actúo con gran naturalidad, como si llevara desfilando toda la vida.