La historia de Jimmy Choo es conocida, un zapatero malayo con un escondido taller en Londres al que localiza la ávida Tamara Yeardye, hija de un empresario, antiguo “doble” de Rock Hudson en las películas y de una modelo. Su vida entre Los Angeles y Londres la expone a un mundo en plena ebullición. Tras varios años como redactora de moda en Londres, se lanza a montar una línea de zapatos hechos en Italia con diseño de Choo.
Con la ayuda de su padre y de Matthew Mellon, heredero de una de las familias más adineradas e insignes de Estados Unidos con el que se casó, Tamara lanzó la marca Jimmy Choo.
Los problemas de ambos – Matthew y Tamara -con las drogas, les llevaron a un divorcio drástico tras el cual Tamara se lo montó de tal modo que fue capaz de “darle la patada” a Matthew y más tarde al mismísimo Jimmy Choo. Matthew llevó esto muy mal y tuvieron grandes problemas durante años. Pero a todo el “mundo” le llega su San Martín, y si no al tiempo.
El accionariado externo cambió en 2011 cuando el grupo de inversión Labelux compro Jimmy Choo; poco después, Tamara tuvo que dejar la empresa que había creado y había conquistado el guardarropa de las mas insignes fashionistas del mundo: Sarah Jessica Parker, Kim Kardashian, Victoria Beckham y toda una troupe de la realeza europea.
Pero Matthew Mellon, que montó también Harry’s of London, conoció a su nueva mujer, con la que vive en el Hotel Pierre cómodamente.
Con la experiencia de Nicole Hanley en Ralph Lauren y sus intentos fallidos de montar la tienda Hanley con éxito en Nueva York, Matthew tiene energías renovadas y juntos han creado Hanley Mellon, una web de venta de prendas de las mejores marcas. Pero, para horror de Tamara, Matthew y Nicole van a crear su propia colección que venderán en la web y fuera de ella. Al final, se trata de una carrera hacia la celebridad personal que Matthew no está dispuesto a perder por segunda vez. Ya veremos como acaba la venganza de Don Matthew.
