Los ingleses se han vuelto locos. Para no perder su ya débil posición en el mundo de la moda, permiten que Gucci organice su desfile de la colección crucero en la Abadía de Westminster.
La Abadía de Westminster es el lugar de coronación de los reyes británicos, y fue el lugar donde se casaron Guillermo y Catalina de Cambridge o donde se hizo el funeral corpore in sepulto de la princesa Diana de Gales.
La marca italiana cambia el lugar de sus desfiles de crucero, al igual que marcas como Chanel hicieron con Dubai o Burberry en Shanghai.
Gucci decide presentar su próxima colección de crucero en el claustro de Westminster Abbey y las autoridades británicas, sedientas de público aficionado y profesional, relacionado con la moda, están encantadas.
El desfile será el 2 de junio y es el primero que se realiza en la Abadía. Pero puede que no sea el último.
Los últimos desfiles de crucero de Gucci se habían llevado a cabo en Nueva York. Es evidente que la casa florentina no quiere restringir su ámbito al inhóspito Milán.
La abadía de Westminster es una iglesia gótica anglicana del tamaño de una catedral, junto al palacio de Westminster, lugar tradicional de coronaciones y entierros de los monarcas británicos y es el lugar donde muchos de ellos están enterrados.
Como no recibe fondos públicos, sus ingresos vienen de las entradas de turistas, que se cifran en unos 9 millones de libras al año. Pero cuentan con 200 empleados y casi 300 voluntarios.
Sorprende la enorme imaginación de Alessandro de Michele para pensar en la Abadía para su desfile. Pero aún sorprende más que los británicos permitan que se use esta iglesia para un desfile de moda. Londres, está a la venta. Todo por el turismo de moda y de compras. ¿Quién da más, señores?
