En la cena de los corresponsales de Washington, Michelle Obama dio lo que se llama “el golpe”, apareciendo con un vestido ligero cubierto de una sobretela transparente. Será uno de esos vestidos que pasen a la historia ya que, al fin y al cabo, es la primera dama de los Estados Unidos.
Poco le importaron su silueta o el cargo de su marido: Michelle se lanzó a vestir un vestido en malla transparente con aplicaciones de cristal, inspirado en el famoso vestido de Marilyn cuando cantó el inconveniente feliz cumpleaños a JFK.
Gucci, a manos de Tom Ford, replicó las transparencias con cristal para una bellísima Charlize Theron en la alfombra roja de los Oscars en febrero del 2004.
Michelle, siempre ha elegido vestidos con telas tupidas, que visten más y disimulan más las curvas.
Y siempre suele acertar con sus atuendos de noche, enfatizando su delgado torso y disimulando su silueta de talle para abajo.
En esta cena de los corresponsales de 2016, ha elegido un vestido de Givenchy que se inspira en los semi transparentes que han llevado últimamente Beyoncé o Kim Kardashian.
Michelle acompañó su vestido de anillos de la marcas Le Vian y de Maxior, con pendientes de lágrima de Harry Kotlar.
Aunque el vestido no le queda como a la modelo del desfile de Givenchy, Michelle Obama intenta hacer una buena adaptación del mismo.
Se trata en realidad del mejor apoyo a las mujeres rotundas con curvas. Michelle Obama, que se gusta y gusta, no ha dudado en lucir como una estrella, aunque ha ido más favorecida en otras ocasiones con otros atuendos que realzaban más sus fantásticos brazos y su talle.