Beyoncé ha vuelto a hacer temblar a las redes sociales con su aparición ayer noche en la ceremonia de los Grammys en Los Ángeles. Presumiendo de embarazo con un osado vestido, la diva del pop conquistó a las audiencias en masa.
Iba vestida de diosa de la fertilidad africana, Oshun, con un modelazo dorado inspirado en antiguas deidades griegas y egipcias. Pero quizás lo que más llamaba la atención era su manera de representar a su propio país, con un tocado que recordaba claramente al de la Estatua de la Libertad, si bien se trataba también de una personificación de cualquier “Madonna” católica sacada de un cuadro antiguo.
La cantante hizo una entrada triunfal en la que tardó hasta 3 minutos en comenzar a cantar, con una sorprendente puesta en escena, sin parangón.