Las cocinas tradicionales de cortijos y casas de campo contaban habitualmente con armarios cerrados con cortinas para cubrir utensilios e ingredientes culinarios. Lo que era un remedio barato en las zonas rurales de clima seco se ha convertido en toda una tendencia de decoración global.
En esta nueva era del DIY -Do it yourself – o “hazlo tu mismo”, instaurada por IKEA y por la presión de la crisis, muchas casas de campo y playa del sur de Francia se rematan con almacenaje cerrado por cortinas en telas provenzales.
Incluso en pequeños apartamentos, la cocina se dulcifica y se integra en el salón o comedor con una zona cerrada con cortinas.
Incluso una tela de camisa masculina a rayas mejora con estilo una cocina neutra tirando a fea.
El negro y el lino hacen de esta sencillísima cocina una obra de arte.
El lino y el blanco refrescan una cocina de Florida, dándole un aire intemporal.
El damero y la tela vichy son una combinación ganadora en esta cocina de suelo de azulejos.
El toque rústico del fregadero y del lavabo se completa con una tela floreada de estilo campestre y fondo blanco.
Las rayas rojas y blancas contrastan con la madera de la cocina de esta cabaña escandinava.
Y es que, como dice el refrán, una buena capa todo lo tapa.
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