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Cordoba: 21 rincones con encanto

Cordoba: 21 rincones con encanto
María Luisa Funes el

Declarada Patrimonio de la Humanidad el 17 de Diciembre de 1994, Córdoba no deja de mejorar, de limpiarse y abrirse al visitante. Su historia privilegiada, su inigualable clima -fuente de quebraderos de cabeza para los agricultores- y sus misteriosos patios y fuentes, son solo parte de lo que esconde esta joya de Andalucía.  Descubrimos algunos de sus rincones con más encanto. El puente de diciembre y las Navidades son un momento ideal para disfrutar de las bondades del clima y la gastronomía cordobesa.

1. La puerta del Perdón. Observar el alminar de la Mezquita-Catedral de Córdoba desde la sombra de la puerta del Perdón, entrada principal al Patio de los Naranjos, permite vigilar en silencio a esta ciudad que nació en la Edad de Bronce.

2.  Al pié del puente. Observar el fluir del agua del Guadalquivir a  través de los pilares milenarios del Puente Romano de Córdoba, teletransporta a la época en que los romanos construían su envidiable red de vias, que pasaba por Córdoba, situada en una localización privilegiada y estratégica.

 

3. La Puerta de Almodovar. Las murallas de Córdoba son una muestra de la potencia y la extensión de la urbe a través de los siglos.

4. Templetes y oratorios. Con los romanos y visigodos alcanza Córdoba una gran preponderancia. Desde el renacimiento y barroco proliferan, al igual que en ciudades como Palermo, los templetes y oratorios en las esquinas más insospechadas.

5. Desde el siglo VIII al siglo XII, los Omeya -procedentes de la actual Siria- sitúan en Córdoba el centro de su civilización. La ciudad-palacio de Medina Azahara, a las afueras de Córdoba, es un ejemplo de los avances de una familia de Califas engendrados por Omeyas y cristianas cordobesas. El agua corriente y un sistema de portes y telegramas internos a cargo de burros con mayor agilidad que el SEUR actual, eran prueba de los avances en este legendario palacio.

6. El Mirhab. Los detalles decorativos del punto central de los rezos en la Mezquita de Córdoba, es una joya de grandes dimensiones.

7. La Sinagoga. Siendo durante los siglos IX, X, XI y XII la urbe más poblada y desarrollada de Occidente, en Córdoba había unas 200 sinagogas, de las que solo queda una en pié en la actualidad.

8. Cristo de los Faroles. La famosa y misteriosa plaza, es una muestra cristiana de esta ciudad donde nacieron, Séneca, Averroes y Maimónides, representantes de distintas épocas, pero todos clave en el pensamiento mundial.

9. El Alcázar de los reyes cristianos y sus jardines, albergaron a menudo la visita de Isabel La Católica cuando se encontraba en la campaña de reconquista del reino de Granada.

10. La Posada del Potro. Reflejada en El Quijote, se encuentra junto a la plaza del mismo nombre, frente al Museo Julio Romero de Torres y cerca de la Mezquita Catedral.

11. La calleja de las flores. Inolvidable imagen de Córdoba, es un verdadero ejemplo de la mezcla de lo íntimo y lo grandioso en la capital del antiguo Califato Independiente.

12. Palacio de los Marqueses de Viana. Catorce patios con sus catorce funciones. Ese es el despliegue de patios y jardines en este precioso palacio cordobés. Visita indispensable.

13. La Corredera. La plaza de la Corredera, antiguamente albergaba el mayor mercado al aire libre e incluso corridas de toros. Restaurada y llena de terrazas es un perfecto solarium de invierno.

14. Patios. El barroco dejó acusada influencia en la ciudad de Córdoba, así como las construcciones típicamente árabes, volcadas hacia el interior, con fuentes y jardines escondidos.

15. La Plaza del Potro. Rodeada del Museo de Bellas Artes, el de Julio Romero de Torres, la Posada del Potro y el Arco del Triunfo de Córdoba.

16. La cuesta del Bailío. Coronada por iglesias y conventos, la cuesta es famosa por sus escalones y el paso de ciertas imágenes durante la Semana Santa. Un lugar muy cordobés, junto al Cristo de los Faroles.

17. La elegante plaza de las Tendillas es el centro de Córdoba actualmente. Tomó sus proporciones de la plaza de la Ópera de París.

18. Rejas y plantas. Uno de los mayores encantos de Córdoba, son sus rejas, sus zaguanes, sus jardines interiores y el silencio que solo rompe el agua de las fuentes.

19. La calle del Pañuelo. Se estrecha hasta medir unos 50 centímetros de ancho. Un curioso espacio junto a la casa de las Teresianas en la plaza de la Concha, a dos pasos de la Mezquita.

20. La plaza de Emilio Luque. Ejemplo de la sencilla vida cordobesa, tranquila o bulliciosa según la ocasión. Para muchos, un jardín muy familiar.

21. Los bares, restaurantes y tascas. Como esta taberna de “El Pisto” tienen el sabor de lo auténtico y ofrecen lo más granado de la gastronomía local. Los nuevos restaurantes de jóvenes cocineros, son otro atractivo culinario de la ciudad califal. Y el sonido de las guitarras, el flamenco, la luz y la sombra, acompañan a la irónica seriedad de sus habitantes.

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