En la segunda década del siglo XXI, las marcas de prestigio ya no pueden prescindir de las ventas por internet. Cuando Yoox y Net-à-Porter se unen y Amazon se convierte en un verdadero imperio que sirve a clientes de alto nivel, Chanel se apresura a anunciar que se apunta al carro de internet.
En Chanel, hasta ahora, habían permanecido ajenos a las redes, aduciendo que el servicio y la atención personalizada en sus boutiques era su factor diferenciador. Si bien esto es un bonito sueño, no deja de ser una quimera de un grupo que no deseaba evolucionar y no conocía el intríngulis de la venta a distancia.
Pero los clientes de alto nivel también utilizan internet para conseguir muchas cosas desde la comodidad de sus casas: prendas básicas, piezas especiales o gangas a buen precio. Además, las redes ya son el escenario de las grandes marcas: Louis Vuitton vende directamente, al igual que Gucci, mientras que Prada y MiuMiu, por ejemplo, se apoyan en otras webs de moda como Net-à-Porter o Mytheresa.com.
Aunque Net-à-Porter haya obtenido resultados muy mejorables, la tendencia mundial crece en su dirección y han sabido crear marca.
Tras años negando unirse a la venta online, ahora Chanel declara que prepara su web para 2016. A buen seguro que Karl Lagerfeld, moderno y rompedor, ha sido uno de los partidarios de tal movimiento en la casa francesa.
Amazon sigue sin conquistar a las grandes marcas de la industria del lujo, aunque tiene a 67 millones de clientes de alto nivel a sus pies. No obstante, aunque la clientela investiga y curiosea por la red, casi la mitad de los clientes de mayor poder adquisitivo siguen eligiendo la experiencia en la tienda, porque permite tocar, ver y probar prendas y accesorios.
Y es que aunque sea tarde, y aún no sepan bien como hacerlo, todas las grandes marcas entran por el aro. En Chanel, no aceptan que se trate de un cambio de estrategia, sino que se escudan en un servicio adicional de e-commerce. Lo llamen como lo llamen, entrarán por el aro de la realidad en un año y medio.