Ciertos trucos permiten viajar más ligero y mantener el orden y buen estado de las prendas en los desplazamientos estivales. En la era del “carry-on”, cuando deseamos llevar la maleta con nosotros sin facturarla, el orden y la racionalización se hacen imprescindibles.
1. Cables en Orden
Actualmente, vivimos rodeados de tablets, teléfonos y portátiles. Eso conlleva una ingente tanda de cables y enchufes que a menudo, enredados, pueden ocupar un enorme espacio. Para que ocupen menos, como en todo, es aconsejable plegarlos lo más posible de una manera ordenada e incluso meterlos en un mismo estuche que los haga más fáciles de identificar.
2. La ropa justa
El peligro del “por si” es una maleta de grandes dimensiones cargadas de piezas que nunca se utilizarán. Es crucial elegir muy pocas piezas pero ponibles y que ocupen poco espacio. A veces es suficiente con elegir 3 partes de abajo y añadir más camisas, polos o camisetas, según sea de larga la estancia. Para ellas, los vestidos en punto de algodón son la alternativa que menos ocupa.
3. Bolsas trasparentes para artículos de baño y maquillaje.
Para evitar problemas en el aeropuerto si no facturamos la maleta, es mejor llevar todos los líquidos en una bolsa transparente que evite retrasos y paradas innecesarias. Si elegimos bien, no queda tan mal.
4. Enrollar todo.
Pantalones, camisas, faldas y camisetas ocupan mucho menos enrolladas de modo ordenado. Además, se evitan las arrugas de los pliegues habituales de la ropa, con lo que todo llega “listo para usar”. Merece la pena hacer la prueba.
5. Bolsas ad hoc para zapatos, ropa húmeda o ropa para lavar.
En varios países proliferan las marcas de bolsas y accesorios para organizar profesionalmente el equipaje: bolsas para botas, para ropa húmeda, para la ropa interior, para la ropa que hay que lavar o los accesorios. Además de reducirse el espacio ocupado, se facilita el orden y el proceso de hacer y deshacer la maleta, evitando que la ropa limpia se manche.
6. Máximo 3 pares de zapatos
Se vaya a donde se vaya, los “profesionales” habituados a viajar saben que no hacen falta más de 3 pares de zapatos, ni a elllos ni a ellas. En verano, para ellas bastarán unas sandalias de tacón, unas alpargatas o cuñas de esparto y unas sandalias de inspiración romana. O bien, si se va a andar o hacer deporte, unas sandalias de esparto con tacón, unas zapatillas de deporte y calzado plano para la playa y las mañanas.
7. Evitar arrugas.
La técnica para evitar arrugar la ropa pasa por cubrir las prendas con papel cebolla (como en las tiendas cuando se empaqueta) o con bolsas de plástico, a la vez que se transportan sin huecos entre sí, que podrían provocar pliegues inesperados.
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