Los hombres y las mujeres no solemos coincidir en lo que es un buen escote. Ellos quieren ver más. Nosotras encontramos ridículo mostrar tanto. Se «tenga o no se tenga» es parte importante del código de vestido. Veamos ejemplos curiosos
1. Lady Di de la época era la novia veinteañera del futurible como Rey de Inglaterra. En su primer acto oficial, se pasó de rosca. Entre el atrevimiento, las posturas al salir del coche y la frescura de sus carnes, fastidió una serie de fotos que casi nunca se perdonó a sí misma.
2. Angela Merkel. ¿Pero, esto que es? La «mandamasa» alemana (y europea para el caso) va siempre discreta, heredera de la tradición gris de Honecker. Así que el día que sorprendió con este descoque causó sensación y miradas incrédulas.
5. Ni tanto ni tan calvo. Vanessa Paradis debería evitar momentazos de este tipo. De donde no hay, no se puede sacar. Y no favorece.
6. Scarlett Johansson es una actriz cotizada e impecable. Realmente, ¿necesita ponérselas en las amígdalas para que se le preste atención?