ABC
| Registro
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizABC
Blogs Laboratorio de Estilo por María Luisa Funes

Las mascarillas más extravagantes

Un modelo realizado por un joyero neoyorquino tiene el precio de un apartamento

Las mascarillas más extravagantes
María Luisa Funes el

Cuando Jacob Arabo fundó su marca de joyería y relojes en 1986 en Nueva York, tuvo claro que escogería materiales y diseños caros y caprichosos. Casi 34 años después es cuando la mascarilla de brillantes de Jacob & Co ha recibido atención mundial por su precio de 212.000 euros, el equivalente de un apartamento en el centro de Madrid. Pero no es Jacob & Co el único que lanzan iniciativas peregrinas en un entorno global sediento de protección y entretenimiento.

La mascarilla de Jacob & CO

La profesión más antigua del mundo, que probablemente sea la de estilista personal y no la que todos tienen in mente, llevó a las mismísimas trogloditas a utilizar las pieles de búfalo con otros fines al de protegerse del frío: pronto las convirtieron en indicativos de pertenencia a una tribu concreta o a un rol, añadiéndoles plumas de pájaros, flores y piedrecitas. Como decía Umberto Eco con razón “el elemento funcional de la moda es poco importante: el vestido no sirve tanto para adaptarse al frío o al calor, como para distinguirse de los demás”. 

Ahora que la mascarilla se impone como único método de prevención ante el contagio del Covid-19, las marcas de moda y joyería han hecho de la necesidad virtud con muy distintos resultados. Burberry, Louis Vuitton, Prada, Dior, Gucci, Chanel, OffWhite, Hermès, Givenchy o Fendi han llevado a cabo mascarillas artesanales con sus monogramas.

Burberry

Henry Poole y Huntsman han hecho lo mismo en Saville Row, y Adidas, Bershka, Mango o GAP ofrecen alternativas más económicas. Todo en un rango que va entre los 3 euros de algunas a los 1500 de otras. Y lo que se inició como una idea altruista contra la pandemia, se ha convertido en una iniciativa promocional con cierto éxito comercial. 

Mascarilla de Yvel

No obstante, la seguridad de las mascarillas es objeto de debate. Hace unos meses una joyería de Israel, Yvel, creó una sofisticada mascarilla rígida con 3.608 brillantes y un precio de 1.400.000 euros de corte muy similar al “bozal” de Darth Vader. Esta mascarilla israelí era un pedido especial para un cliente chino y proporcionaba un nivel casi insuperable de filtración del aire (N-99), mientras la mascarilla neoyorquina de Jacob & Co que protagoniza nuestra historia debe utilizarse sobre otra homologada, ya que se trata meramente de una “red de brillantes”, un artilugio tan inútil como la mascarilla de red que ha enfurecido a los fans de Lana Del Rey.

Lana del Rey

Lana del Rey acudió hace un par de días a la firma de de su libro de poesía en Los Ángeles ataviada con una mascarilla de redecilla con la que había posado para la portada de una revista; la redecilla, con huecos de un tamaño considerable, desató inmediatamente las críticas de los fans de la cantante metida a poeta, aduciendo que en momentos de peligro, los estilismo deben asegurar la protección de todos. Contradiciendo ligeramente a Umberto Eco en esta ocasión, es hora de dejar atrás el factor diferenciador de la moda para retomar su vertiente funcional.

ModaProtocolo

Tags

María Luisa Funes el

Entradas más recientes