Tras el confinamiento se vuelven apreciar el campo y las residencias situadas en pueblos y fincas, es el momento de retocar esa casa de campo algo olvidada para disfrutarla este verano o invierno. Será el momento de revivir los días de pesca de nuestra infancia, la caza de mariposas de la más tierna edad, la lectura bajo un árbol y las noches con ruidos de grillos. Una combinación perfecta mientras saboreamos recetas del lugar preparadas con tiempo y aplomo. Aquí van 7 ideas para conseguir renovar el aire de una casa de campo sin grandes tardanzas.
1. Improvisar una terraza o chill-out.
Ya sea en la entrada de la casa, en un patio interior, en la zona ajardinada con valla o bien en un techado plano como los que abundan en el Sur, será suficiente añadir algunos sillones resistentes, una mesa baja étnica, cojines, lámparas y alguna planta rupestre para crear un espacio perfecto para las tardes/noches de tertulia familiar.
2. Poner al día la cocina.
Sustituir una vieja cocina poco lucida por una nueva de estilo retro marca la diferencia. Los mejores modelos, de Lacornue, Wolf o Lacanche. Basta con pintar los azulejos en blanco u otro color neutro y sustituir los muebles de arriba por estantes abiertos para renovar el aire de un espacio que ahora se usa cada vez más.
3. Añadir plantas y colecciones a una esquina del salón.
Una pequeña colección de jarras, damajuanas, cajas o esculturas, dará un toque más “vivido” al salón de cualquier casa de campo en la que no pasemos demasiado tiempo. Crear un rincón con plantas resistentes de interior, es otro modo de dar vida a los espacios a menudo sosos.
4. Remozar la fachada de la casa.
Dar un toque de color a las paredes de la fachada o a los marcos de las ventanas es un modo de cambiar radicalmente el aspecto de una casa de campo y un buen indicador de que se vive y disfruta. Foto: Alcuzcuz, del desaparecido Jaime Parladé.
5. Añadir un baño.
Antiguamente existía un exceso de dormitorio y un deficit de baños (para nuestros parámetros y necesidades actuales, claro está). Aprovechar alguna habitación sin mucho uso que linde en un muro con un baño es el modo de convertir un cuarto inútil en una “sala de baño”, como dicen los franceses. No hay que alicatar ni cambiar el tipo de suelo si es rústico y bonito. Foto: Alcuzcuz, de Jaime Parladé.
6. Instalar un chubesqui o bien un ventilador de techo.
Si no se cuenta con chimenea, las estufas exentas de leña y los chubesquis son una alternativa para crear ese centro de la casa tan apreciado. En caso de latitudes sureñas, en las habitaciones se pueden instalar ventiladores de corte retro o de estilo caribeño para suplir la falta de aire acondicionado.
7. Crear una piscina cubierta.
En el forjado de parte de la casa, en un cebadero abandonado, en antiguas cuadras vacías o en un pequeño silo es posible idear una piscina que disfrute de luz, espacio y privacidad, donde poder ejercitarse durante todo el año.
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