ABC
| Registro
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizABC
Blogs Jugar con Cabeza por Federico Marín Bellón

Phil Hellmuth ensancha su leyenda en las Series Mundiales de Póker

Phil Hellmuth ensancha su leyenda en las Series Mundiales de Póker
Federico Marín Bellón el

El «niñato del póker», que ya ha cumplido 50 años (para que digan de Fernando Torres) sigue ensanchando su leyenda. Phil Hellmuth ha ganado en las Series Mundiales su brazalete número 14, con lo que aumenta su propio récord y pone tierra de por medio respecto a sus seguidores. Otros tres jugadores legendarios lo observan de lejos, con diez brazaletes cada uno: Doyle Brunson, que tiene más de ochenta años y no es fácil que mejore su registro; Johnny Chan, que lleva una década sin sumar títulos en las WSOP; y Phil Ivey, el más peligroso en teoría, que el año pasado ganó el último.

Hellmuth dedicó su premio a la familia de su amigo Dave Goldberg, uno de los empresarios estrella de Silicon Valley, fallecido el mes pasado en México en un trágico accidente, a los 47 años. Su victoria llegó en el torneo número 17 de la presente edición, el Razz Championship de 10.000 dólares de inscripción, en su caso una inversión que le ha permitido meter otros 271.105 dólares en la hucha. Ya acumula más de 18 millones de dólares en torneos en vivo.

La única sorpresa es que Phil triunfara fuera de la modalidad más popular, el Texas Hold’em, que le había dado doce de los trece títulos anteriores. Es su segundo gran premio en el razz, una variante del stud en el que se trata de conseguir la mano más baja. Cada jugador recibe siete cartas y utiliza las cinco mejores (o peores, en este caso).

Phil Hellmuth, casi irreconocible en 1989, cuando ganó su primer brazalete

Su última victoria parece algo menor si se considera que solo había 103 jugadores inscritos (el precio era caro y el torneo, muy especializado), pero el nivel no defraudó, con profesionales como Brandon Shack-HarrisMike LeahMike Gorodinsky Thomas Keller, todos ellos ganadores de un brazalete, alcanzando una mesa final de lo más exigente. Otros de los grandes, como Erik Seidel y Shaun Deeb, se habían quedado en el camino. Gordinsky terminó segundo, con 167.517 dólares de recompensa.

El «niñato del póker»

El tiempo ha sabido moderar el difícil carácter de Phil Hellmuth, pero no su talento. El de Wisconsin luce varias plusmarcas en su impresionante currículum, con más de cien cajas y 50 mesas finales en las Series Mundiales. Su fulgurante carrera despegó en 1989, cuando se convirtió a los 24 años en el ganador más joven del torneo principal de las WSOP, título que le arrebató a Johhny Chan. En 1993 consiguió tres brazaletes en tres días consecutivos, una racha que nadie ha repetido, aunque Walter Pearson también logró un triplete, más espaciado, en 1973.

Hellmuth, disfrazado de romano

Hellmuth, sin embargo, no es un jugador universalmente apreciado. Demasiado aficionado a llamar la atención, sus entradas en la sala de juego de las WSOP se hicieron famosas. No era infrecuente que llegara, siempre tarde, vestido de romano o sobre algún llamativo vehículo. Como es natural, la fama se le subió a la cabeza y empezó a ser conocido también por sus salidas de tono y su mal perder. En su carrera ha tenido demasiados enfrentamientos con otros jugadores a los que insultaba por su juego «equivocado», sobre todo cuando le ganaban una mano que le sacaba de sus casillas o le mostraban un farol que él creía insultante. Si Neymar le hace la jugadita final de la final de Copa del Rey, el brasileño no sale vivo del campo. Estas salidas del tiesto las cometía incluso en programas de televisión, lo que le valió el apelativo de «poker brat» o «niñato del póker». Lejos de esconder este hecho, tiene registrada la página web pokerbrat.com.

Aquí podemos ver uno de sus vídeos en YouTube insultando a un rival que lo ha toreado, para regocijo de toda la mesa.

En otra página web, philhellmuth.com, no escatima elogios hacia su propia figura. Allí se asegura que es el mejor jugador de todos los tiempos y que tiene «un corazón de oro», ya que ayuda con frecuencia a jugadores mayores o necesitados, además de participar en torneos benéficos. Su objetivo en la vida, añade, es «ser el mejor jugador de póker de la historia, pero ante todo ser alguien que siempre antepone a su familia». Tiene mujer y dos hijos, Philip III y Nicholas.

Poker

Tags

Federico Marín Bellón el

Entradas más recientes