Dicen que Rafa Nadal llegó a emocionarse como si hubiera jugado la final de Montecarlo. El premio fueron 152 euros y 40 céntimos, pero eso era lo de menos. En dos horas y 23 minutos, se impuso en un torneo de 48 jugadores. Quién sabe si este triunfo, para un tipo tan competitivo como el mallorquín, le puede servir de acicate para presentarse algún día, cuando el calendario tenístico lo permita, en alguna competición en vivo.
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No es probable que Nadal iguale en toda su vida los más de 50 millones de dólares que ha recolectado jugando al tenis, patrocinios aparte, pero cualquier jugador de póquer (o casi) conoce las sensaciones que produce ganar el primer torneo, incluso aunque hablemos de céntimos. Rafa Nadal se inscribió en un torneo turbo de diez euros de inscripción y logró ir eliminando a todos hasta quedarse con las 144.000 fichas repartidas al principio entre los 48 participantes, a 3.000 por cabeza.
Todavía son muchos obstáculos por superar para que podamos ver a Rafa en un torneo en vivo, pero al menos parece haberle cogido el gustillo y ya empieza a participar por internet cuando puede. En el torneo principal de las ESCOOP debutó con una actuación más que digna y ahora ya sabe lo que es ganar. Seguro que quiere probar nuevos retos y seguir avanzando en su juego que, según nos contaba hace poco su entrenador, Isaac Mayolas, es cada vez mejor. De momento, ojalá su regreso a las pistas de tenis nos devuelva al campeón que ha sido siempre.
Rafa (Manacor), en su primera victoria en el póquer
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