Federico Marín Bellón el 17 ene, 2011 En la página completa que dedica hoy la sección de Deportes de ABC al ajedrez (un aplauso al diario, por favor, aunque lo pida el autor del texto), quedaron muchas cosas en el teclado (ni Korchnoi usa ya tintero). Alguna persona me ha preguntado si el eterno subcampeón acusaba en serio a sus rivales de emplear la telepatía. Veamos otras fuentes… Viktor Korchnoi (en el centro) y Boris Spassky (a la derecha), codo con codo Hace dos años y medio, asistí en León a una charla de Boris Spassky, quien sí llegó a campeón mundial, título que perdió en el encuentro más famoso de la historia, frente a Bobby Fischer. Spassky contó decenas de anécdotas, incluida su convicción de que otro ex campeón Alexander Alekhine, murió envenenado debido a una oscura historia de venganza contra el antisemitismo del ruso, que supuestamente acabó con su muerte en Estoril en 1946. Spassky, otro que fue espiado por el KGB y que cayó en desgracia cuando se dejó arrebatar el Mundial, dice que precisamente en aquel duelo de 1972, más que a los americanos a la policía secreta de su país solo temía a uno de sus preparadores, Nikolai Krogius, gran maestro y psicólogo (sin el prefijo «para» delante). Spassky, en León, en 2007 Mejor aún es lo que contó de Korchnoi, a quien no solo acusó de incurrir en niñerías, como hablar durante las partidas. De un modo más velado, también dijo que utilizó tretas «oscuras». Según el ex campeón, en una partida decisiva entre ambos en 1978, mientras paseaba se le ocurrió la jugada ganadora. «Entonces me senté», cuenta Boris, «y, simplemente, no pude hacer el movimiento. Algo me lo impedía. Luché contra mí mismo, pero fui incapaz. Para mí es una realidad que ocurrió algo parapsicológico». Korchnoi llegó a aficionarse al yoga, en su versión más inocua, aunque el tipo de la barba asuste un poco «¿Por qué el ajedrez es tan importante como para movilizar a los servicios secretos y a las fuerzas «oscuras»?, recuerdo que le pregunté. «¿Lo sabes tú? Pues lo dejamos en tablas», respondió, sin querer entrar más a fondo en el asunto. Yo soy más bien escéptico con todas estas cosas, pero cuando dos grandes maestros de primera fila (y muchos otros) se acusan mutuamente de recurrir a ciertas artes, está claro que al menos ellos sí creen en ellas, más allá de su poder de sugestión. Otro día, por cierto, contaré cómo al final hice tablas de verdad con Spassky, pese a que ¡me hizo trampas! De momento, dejo la prueba de que al menos jugué con él, en el transcurso de unas simultáneas, en Granada. AjedrezOtros temas Tags AlekhinecerebroFischerKGBKorchnoiMundial de ajedrezpolíticatelepatíatrampas Comentarios Federico Marín Bellón el 17 ene, 2011