Los tells vienen a ser lo opuesto a una buena cara de póker. Son esas señas involuntarias (físicas o verbales) que hacen los jugadores durante la partida y que reflejan, con mayor o menor fidelidad, con estrépito a veces, las cartas que llevan. En la película «House of games» traducen la palabra como «cante», que no me parece un mal intento. Sobre este asunto son conocidos los libros de Mike Caro, que tienen décadas. Y aunque los rostros de los jugadores no han cambiado tanto como los modelos de gafas, ya venía haciendo falta alguna nueva obra, sobre todo en castellano. La editorial Rekoppoker cubre esta ausencia con «Poker tells. Domina el lenguaje no verbal», de Zackary Elwood. Es una faceta apasionante del juego.
Como con los otros títulos de Rekoppoker, lo primero que podemos destacar es el cuidado que han tenido con la traducción David Cámara, Laura Cantero y Juan de Diego. Da gusto leer libros de póker o de ajedrez en los que no hay errores con los términos técnicos y, al mismo tiempo, se cuide el lenguaje.
Lo segundo que debo decir es que poco a poco espero ir recuperando el tiempo perdido. Esta entrada llega un poco tarde y tengo varios libros por reseñar, pero no me olvido de ninguno y trato de respetar el orden de entrada.
Pero vayamos al grano. Cuando aterricé en el mundo del póker, una de las cosas que más me llamaron la atención era el pique entre (algunos) jugadores presenciales y los aficionados a darle al naipe por internet, que hablaban incluso de los amigos del «círculo de lectores», más preocupados de leer las caras de los rivales que de aspectos mucho más importantes del juego. En mi modesta (modesta de verdad, en este terreno) opinión, unos exageraban y los otros menospreciaban el valor de estos tells. Pese a que el libro está dedicado a ellos, Zachary Elwood demuestra ser un tipo equilibrado.
«Poker tells» es además una obra muy útil en otros ámbitos. En general, los conceptos de comportamiento que se ofrecen «se pueden trasladar a cualquier escenario de competitividad donde el engaño juega un factor importante». Es decir, son extrapolables prácticamente a cualquier situación humana, incluido el ajedrez, donde a veces también es útil saber poner cara de póker. El trabajo y la vida privada también son sitios donde todo el mundo saldría ganando si dominara y entendiera mejor el lenguaje no verbal.
En su alarde de sentido común, Elwood alerta incluso sobre el abuso de la información que proporciona. «No se puede observar e interpretar toda la información del comportamiento ajeno mientras estás en la mesa. Si intentas hacerlo, te volverás loco… No solo eso, fijarte demasiado en los tells te roba tiempo que podrías emplear en descubrir las estrategias básicas de juego de tus rivales, que por cierto es una tarea más importante».
Más aún, explica con claridad que saber interpretar los cantes no es una ciencia exacta: «No hay nada seguro cuando hablamos de tells en el póker», avisa. Al mismo tiempo, no solo detalla los más frecuentes, sino que añade otro tipo de comportamientos o estrategias no del todo legítimos, formas de manipular a los rivales para que cambien sus acciones y engañarlos sobre el valor de tu mano. «No son trampas, pero algunas son inmorales o poco aceptables. En todo caso, conocerlas es bueno por si las usan contra ti», cuenta el autor.
Por supuesto, Elwood también es consciente de que muchos jugadores, conocidos como «actores», emitirán falsas señales, en un intento más de engañar a sus rivales, por lo que la observación física es, por un lado, solo un factor más en un juego de información incompleta y, por otro, menos útil cuanto mayor es el nivel de los jugadores.
Otra cosa interesante es que el libro contiene fotografías, pero no son ni de lejos lo más importante. Es mucho mejor asimilar los conceptos y la formas de proceder de la mayoría de jugadores y, después, hacer un uso moderado de esa información, que prácticamente en ningún caso debe ser la que nos dicte la forma de jugar una mano. En caso de duda, eso sí, ayudará a tomar decisiones.
Uno de los consejos finales resume este espíritu: «Si juegas por instinto, debe ser solo en situaciones concretas en las que no tienes información suficiente para decidir uno u otro movimiento». En fin, el libro es una herramienta magnífica para entender qué tipo de tells significan fortaleza o debilidad, qué significa que un jugador hable más o menos durante la partida, cómo interpretar una sonrisa falsa, etcétera.
«Poker tells» tiene 210 páginas y cuesta 19,90 euros.
La imagen que encabeza esta entrada corresponde a la película «Rounders». En ella, podemos ver el que quizá sea el tell más famoso de la historia. No daremos más detalles para evitar los spoilers.
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