Contar cartas en el blackjack no es ilegal, pero es mejor que no te pillen. A Ben Affleck le tomaron la matrícula hace unos meses en el Hard Rock casino de Las Vegas y su expulsión «de por vida» fue muy comentada en todo el mundo. El actor era «demasiado bueno», se dijo, y el establecimiento no quería seguir engordando a su costa los ingresos del protagonista de «Argo». El ganador de dos Oscar (como productor y como guionista) ha confesado que, en efecto, contaba los naipes. Según explicó, decidió «aprender el juego para ser un jugador decente», algo que le llevó «algún tiempo». Y justo cuando lo había conseguido, ya es mala suerte, le prohíben jugar. Una injusticia, proclama.
Ben Affleck también ha aclarado que no está vetado en ningún casino, según afirmó en una entrevista a Details Magazine. Simplemente, no le dejan jugar al blackjack, que tanto esfuerzo le ha llevado dominar. «El hecho de que ser bueno en un juego vaya contra las reglas en los casinos debería hablar por sí mismo de cómo son los casinos», aseguró, no sin razón. «Ellos ni siquiera quieren que tengas una oportunidad “deportiva”. Son muy hospitalarios, te dan palmadas en la espalda, mientras piensan que vas a tirar el dinero». Ahora, cuenta el actor, le animan a jugar a los dados o a la ruleta, algo que no está dispuesto a hacer.
El protagonista de la última película de David Fincher, «Perdida», añadió que cuando descubrió que había una manera de mejorar tus posibilidades en el blackjack decidió dedicarse a estudiar. «Si voy a hacer algo en la vida, intento hacerlo realmente bien». Su único crimen en las mesas, insiste, fue derrotar al propio juego.
Lo peor para él es que su fama como jugador cruzó fronteras y en mayo, un mes después de su incidente en el Hard Rock, también tuvo problemas en otro casino en Canadá, mientras rodaba «Batman vs Superman». Pese a todo, no fue expulsado de allí por las malas, aunque admite que le atraía la idea. «Habría sido increíble», dice divertido. «¡Echadlo de aquí, es un mago!». El actor niega, por último, que su afición al juego le haya creado algún problema de pareja con Jennifer Garner: «¡Gilipolleces!», asegura.
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