La final de la primera Olimpiada de ajedrez online se ha resuelto de un modo poco satisfactoria. Rusia ganó el oro en el duelo definitivo contra la India, que perdió por una desconexión simultánea en dos de las seis partidas del segundo y definitivo encuentro entre ambos países. El equipo liderado por Vishy Anand ha reclamó y la FIDE, que reconoció una posible caída a nivel global de internet, no achacable a ningún equipo, ha decidido de forma salomónica dar el oro a los dos equipos. La solución es discutible, pero es difícil pensar en alguna otra que no perjudicara a nadie de forma grave.
Cabe recordar que Armenia ya presentó una protesta similar en su enfrentamiento contra la India y que sus quejas fueron desestimadas. Como decía en la última entrada del blog, nadie protesta cuando resulta beneficiado. En los últimos grandes torneos por internet organizados por Chess24 ya se vivió algún episodio incómodo, resuelto gracias a la cortesía de los jugadores. Ahora ha sido en un torneo en Chess.com. Ninguna plataforma está libre de estos imprevistos, que sin embargo habrá que prever mejor, al menos en torneos de élite.
El desenlace de la competición fue dramático. Los dos jugadores afectados por la desconexión, en los momentos decisivos de sus partidas, son Nihan Sarin y Divya Deshmukh. La FIDE abrió una investigación para dilucidar si los errores de internet fueron domésticos (ambos ajedrecistas viven a muchos kilómetros de distancia) o del servidor de Chess.com. En el primer caso, los indios no hubieran podido alegar nada, según se recoge en las bases del torneo. En el segundo, podríamos haber visto una reanudación de las partidas, decisión que ofrecería numerosos problemas en los detalles. Un tercer caso era el menos claro: ante una caída global de la red, una causa de fuerza mayor, sería como mínimo antiestético que la India se quedara sin posibilidades de luchar por el oro. Y no hemos escuchado todavía posibles teorías de la conspiración.
En realidad, el fallo tuvo como origen la empresa CenturyLink, uno de los mayores proveedores de internet del mundo. La «caída» afectó a empresas tan conocidas como Facebook, VISA, eBay, Twitter y la BBC, pero sobre todo impidió que la final de la Olimpiada transcurriera por los cauces previstos.
Al final, Arkady Dvorkovich anunció que ambos países compartirán el oro, en una decisión personal que recuerda a la de Florencio Campomanes cuando suspendió el Mundial que jugaban Karpov y Kasparov y enojó a todo el mundo.
Aquí todos quedan contentos, en teoría, salvo los armenios, que cuando sufrieron el mismo problema en su duelo con el equipo indio fueron ignorados por completo, para desesperación del bueno de Levon Aronian. El gran maestro no perdió el humor, pese a todo, y parafraseó a George Orwell en uno de sus tuits de protesta: «Supongo que, como siempre, algunos de nosotros estamos menos desconectados que otros #1984» (al mensaje original le falta la palabra «us» (nosotros), como luego corrigió él mismo, aunque su frase se entendía perfectamente.
En sentido parecido se expresó el ruso Ian Nepomniachtchi, aunque fue menos explícito y no citó de forma expresa a las víctimas: «Inteligente decisión para contentar a la comunidad india de ajedrez, mientras se olvidan de otras aficiones y jugadores. Nobleza selectiva», escribió. En su caso tiene aún más mérito, al tratarse de uno de los ganadores. Lo mismo se puede decir de Alexandra Kosteniuk, quien negó que la selección india se hubiera ganado el premio y preguntó con retranca: «Por qué no dar la medalla de oro a todos los equipos? Sin jugar…».
Cómo fue la final
Según informa Efe, en el primer encuentro de la final se vio una intensa batalla en las seis partidas pero, increíblemente, todas arrojaron tablas después de golpes tácticos y alternativas para ambos lados. En el primer tablero, el indio Santosh Vidit y Nepomniachtchi firmaron el armisticio en 37 jugadas en situación peligrosa para los dos bandos, y lo mismo ocurrió en los otros cinco juegos.
Con el empate 3-3 en el primer asalto, la medalla de oro se iba a decidir en el segundo encuentro, que puso en acción al «abuelo» Viswanathan Anand, excampeón mundial de 50 años, con negras contra Nepo. El Tigre de Madrás jugó muy sólido y amarró unas tablas por repetición en 44 movimientos. El mismo resultado registró el combate entre Vidit y Daniil Dubov, así como el sostenido por Alexandra Kosteniuk con Dronavalli Harika.
Con las dos partidas ya resueltas por desconexión a favor de Rusia, y por si la investigación abierta favorecía a la India, Aleksandra Goryachkina dio buena cuenta de Humpy Koneru, la heroína india de semifinales, que metió a su equipo en la pelea por el oro al derrotar en el Armagedon de desempate a la polaca Monika Socko.
Rusia se alzó con la victoria por 4,5 a 1,5, aunque es un poco prematuro dar por bueno el marcador.
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