Decía David Antón en una entrevista reciente en ABC que no ve claro cómo organizar torneos serios por internet fuera de la élite, porque es demasiado fácil hace trampas. En el primer Campeonato del Mundo de Ajedrez Universitario en Línea, organizado por la FIDE y celebrado del 20 al 25 de marzo, la ganadora ha sido descalificada después de que un comité analizara sus partidas. La ucraniana Yulia Osmak, que defiende su inocencia, ha pedido pasar la prueba del detector de mentiras. Según ella, «están negociando».
Chess24 informa ampliamente del caso. Osmak, de 23 años, hizo 4,5 puntos de cinco posibles en la final femenina, pero su puntuación fue posteriormente modificada por un rotundo 0 de 5. Se declaró ganadora a la jugadora polaca Julia Antolak. Segunda quedó la bielorrusa Olga Badelka. Osmak, de 23 años, no es ninguna principiante. Fue campeona mundial sub 12, hace cuatro años se proclamó campeona de Ucrania y tiene un Elo de 2428 puntos. Es gran maestra femenina y maestro internacional absoluto.
Su eliminación se produce después que la comisión de juego limpio del Mundial Universitario realizara un análisis estadístico de las partidas de la final. El método es infalible, según los promotores, y probablemente discutible a efectos legales. Consiste en que si un jugador realiza ‘demasiadas’ jugadas perfectas, según las máquinas, es imposible que se le hayan ocurrido sin ayuda externa. Como es lógico, no es igual analizar las partidas de Magnus Carlsen que las de un aficionado.
Por este sistema, que por lo general sirve para cazar a multitud de tramposos de todas las categorías, el Fair Play Panel del torneo descalificó a 20 jugadores, noticia que es en sí misma preocupante. En el Mundial, las partidas de la final se jugaron a un ritmo de 10 minutos más 5 segundos de incremento, relativamente rápido pero que no dificulta demasiado a los fulleros habilidosos. En el informe se explica que no fue fácil tomar la decisión de eliminar a tantos jugadores. En total, llevó más de 70 horas analizar las 5036 partidas que se jugaron en el Mundial. Por motivos legales, no se consideran ‘pruebas de trampa’ las descalificaciones, por lo que en principio no habrá castigos extensibles a competiciones en vivo. Si estos se produjeran, las penas pueden ser realmente graves.
La FIDE no considera que «la determinación de una presunta violación del juego limpio sea prueba de una trampa real o una admisión de culpabilidad por parte del jugador descalificado». «Tal determinación no afectará el estatus ordinario del jugador para las competencias sobre el tablero dentro de la jurisdicción de la FIDE o sus miembros, a menos que la FPP decida en el caso de una violación clara o grave, o violaciones repetidas, remitir el asunto a la Comisión de Ética y Disciplina de la FIDE, que puede excluir al jugador de toda participación oficial de ajedrez por un período de hasta 15 años».
Otro punto controvertido es que no existe el derecho de apelación, algo especialmente delicado por cuanto afecta a la reputación de los jugadores implicados. Quien quiera juzgar por sí mismo, aunque sin el software especializado que se utiliza para cazar a los tramposos, puede ver las partidas en este enlace. Después de un análisis ligero, no se aprecian grandes jugadas ‘de máquina’, aunque sí un nivel altísimo. También es cierto que Osmak no hace siempre la primera recomendación de los módulos informáticos.
La FIDE, por su parte, confirma que los resultados del Mundial «han sido ajustados» y que todas las partidas de Osmak se consideran derrotas, de acuerdo a las normas de la competición. «La decisión no estuvo basada solo en los algoritmos de detección de trampas, sino que hubo un examen más profundo, que incluye todas las evidencias disponibles. La decisión es definitiva», asegura la Federación Internacional. No se ha decidido aún, sin embargo, si se pasará el caso a la Comisión de Ética y Disciplina, que podría imponer otro tipo de sanciones.
Más de 1.300 jugadores de 84 países han participado en los Campeonatos del Mundo Universitarios, organizados por la Universidad de Texas Rio Grande Valley.
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La FIDE ha aclarado que Tomasz Delega, árbitro principal y miembro del FPP, no tomó parte en la decisión de descalificar a Yulia Osmak. «Él mismo se autoexcluyó para evitar un possible conflicto intereses, ya que compartía nacionalidad con uno de los aspirantes a medalla», explica la Federación Internacional. Nos estropea una mala broma, pero es justo dejarlo claro.
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