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España vuelve del Europeo de Ajedrez con tres medallas

Ana Matnadze, oro en el tercer tablero. Vallejo y Shirov logran la plata

España vuelve del Europeo de Ajedrez con tres medallas
Los jugadores de la selección (y el entrenador del equipo femenino) celebran las medallas en la jornada de clausura
Federico Marín Bellón el

España acabó en séptima posición en el Europeo de Naciones que se ha celebrado en Georgia. Nuestro país partía como sexta selección teórica, por lo que tampoco es un resultado excepcional. Lo más interesante fueron las medallas de plata que lograron Paco Vallejo como segundo tablero y Alexei Shirov en el tercero. Mejor aún fue la actuación de Ana Matnadze, oro como tercer tablero del equipo femenino.

Es la quinta medalla que la ajedrecista consigue desde que cambió la nacionalidad georgiana por la española. España acabó, sin embargo, peor en la clasificación femenina: partían en la posición número 12 y acabaron en el puesto 20.

No está de más decir que Rusia hizo doblete. En la categoría abierta acabó por delante de Ucrania e Inglaterra. Puntuaron con eficacia, sin que ninguno de sus tableros brillara especialmente. También cedieron tres empates, pero no perdieron ningún encuentro. En el cuadro femenino, la rusas quedaron por delante de Georgia y Azerbaiyán. Ellas solo empataron dos duelos, con sus dos primeros tableros como armas casi infalibles: Aleksandra Goryachkina y Kateryna Lagno.

Aunque nada como la actuación de la sueca Pia Cramling (que podría ser española, porque está casada con el GM Juan Manuel Bellón). Hizo 8 puntos de 9 en el primer tablero, a los 56 años. Un resultado absolutamente impresionante.

Los españoles, a examen

La selección española femenina mantuvo el tipo ante la de Rusia en la tercera ronda, después de un arranque sensacional

Entre las españolas, Sabrina Vega arrancó bien pero tuvo un mal final contra jugadoras que no eran mejores que ella y al final solo hizo 4 puntos en 9 partidas. Perdió algo de Elo.

En el segundo tablero, Marta García tuvo algunos altibajos, aunque acabó en el 50% y mantuvo su puntuación FIDE. Lo mejor fue su victoria contra la gran maestro femenina azerí Khanim Balajayeva en la segunda ronda.

En el tercero, Ana Matnadze mostró una vez más su espíritu de lucha y terminó con seis puntos de ocho posibles, sin unas solas tablas. Esta vez sí descansó en la última ronda para asegurar su victoria individual. El entrenador, David Martínez, no dejó que se sacrificara esta vez para ayudar al equipo, que por otro lado no iba bien.

Mónica Calzetta ocupó el cuarto tablero con similar combatividad, aunque menos éxito: 3 puntos de 6 sin empates. También ganó a una gran maestra de Azerbaiyán, Mamedjarova Turkan, en el mejor partido de nuestra selección, y a la rusa Alina Kashlinskaya.

Por último, Ludmila Kolotilina jugó como suplente sin demasiada fortuna. Ganó su primera partida, pero luego perdió tres seguidas.

Imagen del encuentro España-Países Bajos, de la tercera ronda, que terminó con una derrota por 2,5 a 1,5

El equipo absoluto arregló en las rondas finales su falta de pegada en la fase intermedia del torneo. Sus dos medallas individuales suponen una buen noticia, a la postre.

En el primer tablero, David Antón cumplió con 4 puntos de 8 después de bailar siempre con la más fea de cada equipo (es posible que esta expresión ya no esté homologada por la corrección).

Paco Vallejo empezó más dubitativo, pero después de hacer tablas contra Edouard Romain y Radoslaw Wojtaszek, dos jugadores de gran clase mundial, afrontó un sprint final sensacional. Logró tres victorias seguidas, que lo llevaron en volandas a la medalla y a conseguir 5,5 puntos de 8, que le permiten acercarse de nuevo al listón de los 2700 puntos Elo.

Alexei Shirov, claramente sobrecualificado para el tercer tablero, puntuó aún con mayor eficacia y acabó con 6,5 de 8, lo que le dio otra medalla de plata y 11 puntos Elo de regalo. Hay que decir que no jugó con nadie mejor que él, pero que solo firmara unas tablas demuestra que sigue siendo un pirómano del tablero.

En el cuarto tablero, Manuel Pérez Candelario sufrió más de la cuenta. 3,5 puntos de 8. Empezó y terminó bien (lo que dice mucho a su favor), pero sus cuatro «roscos» seguidos en la mitad del torneo son imposibles de levantar.

Como suplente, Iván Salgado arrancó bien, con una victoria y tres tablas, aunque siempre ante jugadores muy interiores. No participó en la segunda mitad del torneo.

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