Después de una serie consecutiva de tres tablas en las que hubo de todo, salvo paz (el último empate fue calificado como “sangriento”), Topalov ha igualado a cuatro el Mundial de Ajedrez, con ocho partidas disputadas. El aspirante logró ayer algo que parecía impensable, apretar las tuercas al campeón del mundo en una posición técnica, con alfiles de distinto color, cuando los expertos auguraban un nuevo reparto de punto.
Topalov volvió a golpear su cabeza contra el muro eslavo, hasta ahora inexpugnable, y resulta que lo rompió tras un grave error de Anand en la jugada 54. Muchos se vieron sorprendidos poco después cuando el indio se rindió, en una posición en la que podía haber aguantado un poco más, pero es probable que su error le impidiera ofrecer más resistencia, al menos desde el punto de vista psicológico.
.jpg)
Ahora Anand (y Topalov, claro) tiene un día de descanso por delante. Podría pensarse que todo está igual que al principio, pero el búlgaro, el jugador más peligroso del mundo, ha demostrado que puede ganar partidas con cierta regularidad a cualquiera e incluso que es capaz de lanzarse a por el punto con las piezas negras.
En el otro lado de la balanza, es indiscutible que a Anand sólo le separan cuatro partidas de un posible desempate, en teoría favorable a sus intereses. ¿Volveremos a ver fuegos artificiales en la novena partida, con Topalov sacrificando material a cambio de ataque?
Ajedrez
