Federico Marín Bellón el 07 jun, 2011 Mientras Anand liquidaba a Shirov en León 4,5 a 1,5 (el español confesaría que debe «cambiar algo en la preparación y elección» de sus aperturas, «sobre todo con las piezas blancas»), un nuevo escándalo saltó el pasado viernes en el campeonato de Alemania. Después de las trampas que hicieron dos jugadores franceses y su seleccionador nacional en la Olimpiada, ahora ha sido el Maestro FIDE Christoph Natsidis quien ha resultado descalificado por recurrir en Bonn a un engaño mucho más burdo. A este paso tendré que abrir en el blog toda una sección dedicada a esta gente. Natsidis, en una imagen colgada por la organización del torneo en su web El jugador de 23 años Christoph Natsidis utilizó un programa de ajedrez instalado en su teléfono móvil para mejorar su juego, según informa Chess.com. Durante el torneo, ganado por Igor Kenkhin y Jan Gustafsson, el joven alemán conseguiría una norma de Maestro Internacional, que como es lógico le ha sido retirada. Además de tramposo (circunstancia que admitió) Natsidis fue bastante tonto, porque ya había conseguido su norma ocurriera lo que ocurriera en la última partida, contra el GM Sebastian Siebrecht. Se ve que no pudo resistir la tentación de redondear su gran resultado (dos victorias y el resto tablas) y tensó la cuerda hasta que lo pillaron. En efecto, en la última partida del torneo Natsidis abandonó varias veces el tablero, una de ellas durante casi diez minutos, incluso cuando era su turno para mover. Su rival, bastante mosqueado, lo buscó por la sala e incluso en los servicios, donde se encontró una puerta cerrada y «ningún ruido típico de baño al otro lado». Realizada la correspondiente reclamación, árbitro y jugador terminaron encontrándolo en los servicios en otra nueva escapada. En una posición muy complicada, dentro y fuera del tablero, y dado que el árbitro no tomaba ninguna decisión pese a las evidentes sospechas, Siebrecht decidió ofrecer tablas para zanjar el asunto, que su oponente aceptó. En un registro realizado justo después, sin embargo (no se sabe cómo además de todos los errores anteriores el fullero lo permitió), el árbitro halló en el bolsillo de Natsidis un teléfono inteligente, al menos lo suficiente para servirle de ayuda frente a un gran maestro. Como el lector habrá imaginado ya, el smartphone tenía instalado un módulo de ajedrez. Al abrir elprograma, casualmente aparecía una de las posiciones que se habían producido unos minutos antes en la partida entre ambos jugadores. Natsidis admitió su culpa e incluso pidió perdón a Siebrecht, quien cuenta que el muchacho le dijo: «Lo siento de verdad. Soy completamente estúpido», descripción que no por precisa lo eximirá de recibir un castigo ejemplar. Para los más curiosos, cabe añadir que Natsidis, con 2.363 puntos Elo, no perdió ninguna partida de las ocho disputadas, pese a haberse enfrentado a dos jugadores de más de 2.600. Despediremos esta entrada con una imagen de un ajedrecista íntegro de verdad, Vishy Anand, campeón del mundo y coleccionista de trofeos en León. Ajedrez Comentarios Federico Marín Bellón el 07 jun, 2011