¿Por qué Hamas atacó a Israel?

NB: Este artículo es una versión actualizada del que fue publicado, con un título distinto, anteriormente, en El Economista.

La decisión de Hamas de atacar el sur y el centro de Israel, el 7 de octubre de 2023, fue tomada por cuatro personas, que son las que dirigen este grupo terrorista desde el interior de la Franja de Gaza.

El cuarteto lo componen Yahay Sinwar, Mohammed Sinwar, hermano del anterior, Mohammed Deif y Marwan Issa.

Yahya Sinwar es el líder de Hamas en Gaza y el fundador del servicio de seguridad interno del grupo, conocido como Majd, que se dedica a investigar las infiltraciones en la organización de los servicios de Inteligencia y de seguridad israelíes.

El mayor de los Sinwar fue detenido tres veces y, tras el arresto último, en 1988, fue condenado a cuatro cadenas perpetuas, de las que se libró al ser canjeado por Israel, junto a otros 1.026 presos palestinos, a cambio de un soldado israelí, Gilad Shalit, que llevaba cautivo de Hamas más de cinco años.

Yahya Sinwar volvió a ocupar su puesto de destacado dirigente en Hamas y fue nombrado jefe del buró político del grupo en 2017, mientras que, en 2015, Estados Unidos (EE. UU.) lo había incluido en su lista negra de “terroristas internacionales“.

Mohammed Sinwar se unió a la rama militar de Hamas, las Brigadas Izz al-Din al-Qassam, en 1991.

El joven Sinwar escapó de las cárceles de la Autoridad palestina, donde había cumplido tres años de condena, y en 2005, tras pasar desapercibido durante varios años, se convirtió en comandante de la Brigada de Khan Yunis, en el sur de Gaza, y participó en el secuestro de Shalit.

Según la Inteligencia israelí, Mohammed Sinwar “es una figura central” dentro de la estructura de mando de Hamas y está en contacto estrecho con Mohammed Deif y con el adjunto de éste, Marwan Issa.

Mohammed Deif dirige las Brigadas Izz al-Din al-Qassam y los palestinos le conocen como “El Cerebro”, mientras que los israelíes, como “El Gato de las Siete Vidas”.

Deif formó las Brigadas al-Qassam con el objetivo de capturar y de asesinar a soldados israelíes y de ejecutar atentados contra autobuses israelíes, a mediados de la década de 1990, crímenes por los que fue encarcelado por Israel y de cuyo cautiverio escapó.

Tras su liberación, Deif ayudó a diseñar la construcción de túneles que han permitido a los combatientes de Hamas entrar en Israel desde Gaza.

Desde entonces, apenas ha dejado rastro y sólo se conocen de él cuatro fotos suyas.

Deif ha sufrido ataques israelíes contra su persona por los que, según la Inteligencia israelí, perdió un ojo, cojea y tiene dificultades para hablar.

Por último, Marwan Issa es el comandante en jefe adjunto de las Brigadas Izz al-Din al-Qassam y es la persona de confianza máxima de Mohammed Deif.

La apariencia física de Issa fue un misterio durante años hasta que, en 2011, apareció en una foto de grupo tomada durante una bienvenida a presos palestinos liberados por Israel.

El papel de Issa en la planificación de todas las incursiones de Hamas en Israel es decisiva.

Los fondos y otros activos financieros de Yahya Sinwar, Deif e Issa en la Unión Europea (UE) están congelados, ya que los tres están incluidos en la lista de terroristas del Consejo de la UE.

Este grupo de personas fue el que tomó la decisión de atacar Israel sobre la base de cinco percepciones o motivaciones, muchas de las cuales, si no, todas, eran falsas.

La primera fue que el Monte del Templo, para los judíos, o la Explanada de las Mezquitas, para los musulmanes, en Jerusalén estaba en peligro.

Hamas está persuadido de que el gobierno de Benjamin Netanyahu tiene planes para convertir ese espacio en una nueva Cueva o Tumba de los Profetas, donde judíos y musulmanes puedan rezar juntos, dado el debate que existe en la sociedad israelí sobre la orientación futura del gobierno actual.

Las historias propaladas por Hamas sobre ancianos y mujeres palestinas, apaleados o humilladas, respectivamente, y sobre soldados israelíes pisando las alfombras extendidas en el suelo por palestinos para sus rezos, en aquel lugar sagrado, han intoxicado y han movilizado los sentimientos más profundos de los palestinos.

En segundo lugar, Hamas creyó que las condiciones de los presos palestinos en las cárceles israelíes iban a empeorar después de Sukkot, las Festividades de los Tabernáculos, que los israelíes celebraron entre el 29 de septiembre y el 6 de octubre, y que, por lo tanto, sólo a través del secuestro de ciudadanos israelíes se podría conseguir la liberación de aquellos.

Asimismo, Hamas tenía miedo de que la Autoridad palestina se sumara al proceso de normalización política y diplomática, que se ha producido entre los países árabes y el Estado de Israel durante los últimos años, especialmente, tras la firma de los Acuerdos Abraham de 2020 y de 2021, y que, en la opinión del grupo terrorista, podrían haber desencadenado en un entendimiento entre el liderazgo palestino en Cisjordania y EE. UU.

Hamas interpretó, también, que Israel no se encuentra en su mejor momento, ya que la sociedad israelí está débil y se está desmoronando internamente y que las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) ya no son lo que solían, lo que la organización terrorista asumió como una oportunidad que podía ser explotada en su favor.

Por último, los líderes de Hamas tomaron como ciertos los rumores que circulaban en la zona sobre una operación preventiva posible de las FDI dentro de la Franja de Gaza.

David Barnea, jefe del Mossad, anticipó que el destino de estos cuatro individuos -los dos Sinwar, Deif e Issa- será el mismo que el de todos los componentes del comando de Septiembre Negro, organización terrorista palestina, quienes, en septiembre de 1972, asaltaron la Villa Olímpica de Múnich y asesinaron a once atletas israelíes.