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Blogs De puertas adentro por Juanjo Bueno del Amo

El boom energético de las casas industrializadas

Consejos del Consorcio Passivhaus para este 21 de octubre, Día Mundial del Ahorro de Energía

El boom energético de las casas industrializadas
Casa biopasiva
Juanjo Bueno del Amo el

No hay año que no se celebre, y se reitere, el compromiso con el Día Mundial del Ahorro de Energía. Conocidos son por todos los tips que existen sobre cambios de hábitos en el uso de aparatos eléctricos para motivar un mayor ahorro, también económico, en el hogar.

Sin embargo, la novedad en la edificación en los últimos años tiene un único protagonista, todavía poco conocido por gran parte de la sociedad, pero que también puede hacer mucho ruido en la conmemoración de este Día: la industrialización.

Cada vez son más las casas industrializadas, prefabricadas y modulares que encuentran su hueco en el sector inmobiliario. Y, como consecuencia, ganan adeptos entre las personas interesadas por este nuevo modelo constructivo, sobre todo en un momento en el que el coste energético es elevado.

Pero ¿qué diferencias hay entre una casa prefabricada, una industrializada y una construcción modular? Según el Consorcio Passivhaus, una asociación sin ánimo de lucro comprometida con los edificios de consumo casi nulo y de energía positiva, las mayores diferencias se encuentran en su capacidad de diseño, fabricación y montaje.

“En líneas generales, la casa prefabricada es la que se produce y ensambla por completo en una fábrica y se transporta ya montada hasta la parcela en la que se va a ubicar. En cambio, la vivienda de construcción industrializada se monta en el mismo terreno a partir de piezas estandarizadas y elaboradas en una fábrica. Y la construcción modular es la que aúna industrialización y prefabricación siendo una vía intermedia entre ambas donde se industrializa el proceso de construcción utilizando elementos prefabricados en fábrica”, destacan desde este Consorcio, al que pertenecen empresas punteras como Knauf Insulation, Griesser, Zehnder o BMI.

El diseño es uno de los principales valores a destacar en las viviendas industrializadas, porque si bien es cierto que al adquirir una casa prefabricada, no suele haber muchas opciones de personalización, salvo excepciones, teniendo que escoger el interesado entre los modelos prediseñados por el fabricante, la industrialización admite una mayor personalización ya que se adapta a las necesidades del cliente.

También el ahorro energético es un factor clave para las casas industrializadas, que se consigue con altos estándares de eficiencia, como los que difunde el Passivhaus en sus construcciones. A diferencia de las edificaciones convencionales, las casas pasivas pueden llegar a generar más energía de la que se consume en su construcción, uso y mantenimiento. “Esto se consigue gracias al tratamiento del aislamiento térmico y acústico, y al cuidado que se procura en las demandas de energía, lo que permite alcanzar condiciones interiores de muy alto confort con un gasto mínimo de energía”, argumentan desde el Consorcio Passivhaus.

Esta eficiencia energética, muy presente también en los cerramientos de altas prestaciones, se puede alcanzar con la fabricación estandarizada en nave que asegura un mayor control en el proceso constructivo, una alta calidad, una menor siniestralidad y una reducción en los plazos de entrega.  Por todo ello, hablar del Día Mundial del Ahorro Energía ya es hablar de construcción industrializada.

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