Decir que la normalidad llega a las piscinas de las comunidades de propietarios es decir mucho, sobre todo cuando esta zona recreativa es principal foco de disputas entre los vecinos en época estival. Pero sí, este verano podremos darnos un chapuzón sin restricciones sanitarias.
En el sur, la Junta de Andalucía, a solicitud del Consejo Andaluz de Colegios de Administraciones de Fincas, ha explicado que las actividades podrán realizarse en piscinas privadas debidamente habilitadas, aunque sin superar en ningún caso el aforo que tengan autorizado, que es previo a la pandemia, y siempre con la mayor distancia interpersonal posible que permita el mantenimiento de las medidas preventivas y de higiene adecuadas para prevenir los riesgos de contagio.
También en la Comunidad de Madrid, el Colegio de Administradores de Fincas de Madrid ha informado que, tras las modificaciones en la normativa, todas las actividades relacionadas con el baño se podrán desarrollar en las mismas condiciones que se realizaban con anterioridad a la crisis sanitaria. Ahora bien, teniendo en cuenta algunas recomendaciones y obligaciones.
Entre las obligaciones, las comunidades de propietarios deberán realizar una limpieza y desinfección diaria a la piscina antes de su apertura y posteriormente según la afluencia de usuarios y la intensidad de su uso.
Asimismo, se recomienda el uso de mascarilla para todas las personas con una mayor vulnerabilidad ante la infección por la COVID-19, en cualquier situación en la que tengan contacto prolongado con personas no convivientes a una distancia menor de 1,5 metros.
El primer verano sin restricciones en las piscinas comunitarias invita a pensar que también será el retorno de los conflictos vecinales. Pero esta es otra historia más difícil de solucionar.
Comunidad de Vecinos