Hace ya dos dÃas que estamos instalados en nuestro hogar, dulce hogar. Y es que el hogar, cuando llevas un mes con media vida en una maleta, te parece el mejor hotel de cinco estrellas del mundo. Por fin las cosas vuelven a estar en su sitio, dejamos de compartir todos el mismo baño y, lo que es más importante, aunque no haya empezado el colegio, las niñas vuelven a su rutina de horarios, es decir, comer a las doce, siesta de 1,30 a 4, merienda a las 4, juegos (piscina o parque, cena a las 7 de la tarde y a las 8 a la cama. La semana que viene empieza el cole para doña Tecla y quier que esta semana se adapte ya al nuevo horario.
Las vacaciones han dado mucho de sÃ. Las veo y me parece mentira que en sólo dos meses hayan espabilado tanto. Doña Tecla habla ya todo construyendo las frases perfectamente. Cierto es que todavÃa mantiene lengua de trapo y menos mal porque de lo contrario serÃa una redicha. Los celos hacia Mofletes Prietos están en su máximo auge. De un te quiero mucho pasa siempre a un pellizco o a empujarla. Pero la otra, que viene pisando fuerte, no se queda atrás y a sus casi diez meses (en menos de 15 dÃas) pasa de ella y sigue a lo suyo. Es cuestión de tiempo que se las empiece a devolver. Además, ya ha empezado a gatear asà que sus posibilidades de escaquearse de la macarra de su hermana han aumentado considerablemente. Pero no solamente ha avanzado en su capacidad para expresarse con frases, es que ahora nosotros podemos hablarle perfectamente para que entienda las cosas que no debe hacer y es mucho menos estresante saber que ahora ya no hablas para la pared. Imagino que a partir de ahora es cuando su cerebro procesará las frases que todos tenemos guardadas de las cosas que aprendimos de niños. PodrÃa enumerar muchos más ejemplos de este progreso tan increÃble que en doña Tecla se está dando a punto de llegar a los tres pero ahora mismo no se me ocurren más cosas, quizás que hasta ahora le ponÃa los dibujos en inglés y no decÃa nada, sin embargo ahora protesta y dice, asà noooooo, lo que indica claramente que su cerebro ya sabe distinguir que esa no es su lengua materna. En cualquier caso, de momento consigo convencerla y no protesta más de 20 segundos.
En cuanto a Mofletes Prietos…esta viene pegando fuerte pero de verdad. Cuando quier algo, lo quiere y da igual lo que hagas para distraerla, ella tiene un poderosÃsima memoria. Sigue comiendo todo, lo que le das y lo que pilla. En cuanto te ve con algo comestible en la mano se relame. Vamos dejando poco a poco los purés, de hecho el de fruta ya no lo come, ahora come trocitos de pera y plátano. Tiene dos pequeños dientecillos pero en cuanto le salgan los de arriba me parece que el tema será cuestión de coser y cantar.
Hace unos dÃas pasé a Mofletes Prietos de la maxxi Cossi a la silla ya de “mayores” en el coche y ayer volviendo a casa desde casa de mis suegros las miraba en la parte de atrás del coche y me parecÃa mentira que hayan crecido tanto. Este último año se me ha pasado volando. Hace nada Doña Tecla empezaba por primera vez en la guarde y en una semana empieza ya el cole de mayores. La vida pasa muy rápido, sÃ, señor. Pasa demasiado rápido.
Os dejo una imagen de estas vacaciones que para mà significa mucho lo que son ellas. A la izquierda Doña Tecla sentada y mirando pensativa (lo hace mucho a pesar de lo muy movida que es) y a su lado, siempre buscando la protección de su hermana pero sin parar un segundo, Mofletes Prietos (ahà todavÃa no se habÃa arrancado a gatear) Y al lado los siempre presentes coches y un artilugio muy veraniego, el trueiro (no me sé la palabra en castellano)
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