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Blogs Madre no hay más que una por Gema Lendoiro

El caso es hablar de tetas que eso siempre vende

Gema Lendoiro el

Andan las corralas cibernéticas de nuevo revueltas y eso que ahora la polémica es allén de los mares. Da igual, ¿dónde está la bronca que yo me meto? Pero en esta ocasión he de reconocer que me posiciono del lado de las talibanas de la teta. Y sí, miren, las llamo talibanas porque algunas, tela marinera con el temita. Al grano que me pierdo. Decía, que esta vez sí me posiciono de su lado. ¿En qué? En la polémica surgida a raíz de un campaña que el gobierno mexicano ha hecho de la lactancia.

Verán ustedes, yo estoy a favor de que las madres den el pecho. ¿Por qué? Porque es lo mejor para el bebé. Y desde el punto de la salud de la madre también se han demostrado los múltiples beneficios. Pero por encima de esto estoy a favor de que las mujeres sean las que decidan qué es lo que desean hacer con sus pechos. Y todas las decisiones me parecen respetables,  incluida la de no querer dárselo porque teme que se le caiga el pecho o porque no le sale de las narices. Son decisiones muy personales. Hay mujeres que quieren tener hijos y otras que no, las hay que desean tener muchas parejas sexuales y las hay que se van a vivir como monjas de clausura. No son decisiones que comprometan a la ética ni a la moral. Mientras no dañes a otras personas, todo es aceptable en sociedad.

La campaña es polémica porque se muestra una imagen de mujer sexy, sensual. Vale, de acuerdo.  Para hablar de lactancia no viene muy a cuento poner a la típica tía buena, es verdad, pero también es verdad que hay mujeres que están muy buenas y no dejan de estarlo porque den a luz o den el pecho. Miren ustedes, por ejemplo a nuestras celebridades patrias tipo Sara Carbonero o Amaia Salamanca que siguen en sus tipazos al mes de dar a luz. Esas mujeres, existir, existen. Que las demás seamos zampabollos no implica que las otras lo sean. Además está la genética y constitución que hace maravillas. Dicen que parecen más los cuerpos de una modelo que los de una madre. A ver, un momento, ¿qué pasa? que una modelo, por el hecho de ser modelo, está incapacitada para dar el pecho? Es cierto que cuando te sube la leche no tienes ese pecho, sino unas cosa más parecidas a una ubre que a otra cosa, pero la publicidad es libre de escoger. A  los dos meses de dar el pecho las mamas ya vuelven a tener un tamaño menos “escandaloso” Y si lo que se pretende es que se normalice la lactancia a partir del segundo o tercer mes (que es cuando el grueso de las mujeres abandonan) pues entonces encuentro algo de sentido.

Dicen quienes critican el anuncio que la campaña es sexista, que seguramente se ha hecho por hombres y para llamar la atención de los hombres. Si eso es cierto, no tiene mucho sentido. Las que dan el pecho somos las mujeres. Pero claro, también es cierto que una manera de hacer que lactancia vuelva a ser visto como algo natural es importante incluir al otro 50% por cierto de la sociedad que son los hombres, que se impliquen no solamente las parejas sino también los compañeros de trabajo, los jefes, que se huya de comentarios tipo: “mira esta qué morro con el cuento de l lactancia trabaja una hora menos” En otra cosa que estoy de acuerdo con quienes sí la critican es que ¿dónde está el bebé? Eso me parece absurdo a todas luces. A nadie en su sano juicio se le ocurre anunciar naranjas y no poner naranjas. Si hablamos de leche materna tenemos que poner a quién la toma, al bebé. En esto, sinceramente, no encuentro explicación posible. En cuanto al lema, no le des la espalda, dale el pecho, me parece torticero. O sea que si le das el biberón le estás dando la espalda a tu hijo. De nuevo juzgando las decisiones que las mujeres deberían tomar en libertad puesto que son sus pechos, es su vida.  No están dejando a sus hijos en un contenedor de basura. Por lo tanto, esa parte de la campaña me parece bastante maliciosa.

Luego hay que decir que las protagonistas de la misma son mujeres muy famosas en su país, que todo lo que dicen (o casi todo) influye en quienes las siguen. Es como si en España hiciesen esta campaña Sara Carbonero, Mar Saura, Pilar Rubio y Amaia Salamanca. ¿Se la imaginan? ¡Sería revolucionaria! Pongo estos ejemplos porque todas han sido madres recientemente. Por lo tanto la campaña, escogiendo a las protagonistas, ha sido buena porque todas ellas ejercen una buena influencia. Sí, están buenas, es verdad, pero eso no les resta capacidad para dar el pecho. Que es eso es algo que desarrollaré más adelante en otro post pero que me llama poderosamente la atención: entras en páginas de mujeres (estoy pensando en una concretamente y no diré su nombre pero es así de real) muy pro crianza natural, apego, teta, colecho, en fin toda lo que rodea a este estilo de vida y todas tienen un único estilo: mal peinadas, sin arreglarse, sin perder ni un solo kilo después del embarazo (¿no quedábamos en que dar el pecho adelgazaba?) Ojo, no critico que estén gordas ni muchísimo menos, cada una está como puede. Lo que critico es que se trasmita una idea de que la maternidad practicada en esos términos incluye que la madre no se pueda ni depilar las cejas, que en pos de criar a sus hijo con tanto amor se ha olvidado de sí misma hasta tal punto que hace tres años que no se corta las puntas. Obviamente es una exageración. Son pocas pero haberlas, haylas. Es cierto que los primeros días en la vida de un recién nacido son un caos y te puedes pasar días enteros en pijama. Pero oiga, de ahí a tener churumbeles de tres y cinco y seguir sin poder ni peinarte hay un trecho.

Conclusión. ¿Me ha gustado la campaña? No. ¿Por qué? Primero porque falta el bebé. O el niño. O la niña (que no se me escape incorrección política alguna) Segundo, porque la lactancia es una elección. Es la mejor, 100%, sin género de duda. Pero es una elección y muchas mujeres tienen sus motivaciones para no hacerlo. ¿En qué me ha gustado? Que ha logrado su objetivo. Se habla de ella. Incluso al otro lado del océano. Y también me ha gustado porque han escogido a mujeres que tienen influencia. ¿Quién te dice que gracias a esto cien mujeres fans irredentas no toman la decisión de dar el pecho?

¿Y a ti qué te ha parecido la campaña?

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PD. Horas después de publicar este blog la amiga bloguera mexicana Desmadreando me comenta que; uno, a las mujeres en dicha campaña se las llama mamacitas que viene a ser la forma del albañil a la mujer que pasa por la calle. Dos, el muchacho que sale en la foto es el hijo de la señora. Ahora sí que ya no entiendo nada.

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