En nuestro país existen diferentes colectivos a los que les resulta complicado y poco operativo relacionarse con el sector bancario. Son, en su mayoría, jóvenes que empiezan a trabajar, estudiantes extranjeros que residen temporalmente en España, menores de edad y un largo etcétera. En definitiva, públicos que consideran que las entidades financieras tradicionales no hablan su idioma. Pensando específicamente en ellos, dentro de los llamados neobancos, ha nacido una nueva categoría que resuelve sus problemas y les hace la vida más fácil. Con un servicio simple y cercano, Rebellion aspira a liderar este segmento. En menos de 4 minutos, proporciona un número de cuenta corriente español y una tarjeta prepago Mastercard®, con la que pagar directamente en Primark, Netflix, Fortnite, Cabify, Uber, etc., sacar dinero sin comisiones en cajeros de toda Europa o utilizar Apple Pay o Google Pay.
El papel de un neobanco como Rebellion no es el de competir con la banca tradicional, sino el de dar al público joven, de entre 14 y 25 años, la respuesta que necesita. Se enfoca a un sector que ha quedado desatendido y que, en algunos casos, no puede superar las barreras infranqueables que llegan a suponer los procesos de análisis y la excesiva burocracia interna de los bancos. Por otra parte, la imagen del sector bancario se ha visto afectada en los últimos años por importantes acontecimientos a nivel nacional e internacional (crisis económica, rescates, desahucios…). No son pocos los jóvenes que han visto marcada su percepción de los bancos por todos estos temas de gran repercusión mediática.
¿Vas tú al banco o el banco va contigo?
En una época en la que podemos tenerlo casi todo al alcance del pulgar, el tener que acudir a una oficina bancaria no encaja en el día a día de los jóvenes, simplemente “no va con ellos”. Dentro de la banca tradicional, emergieron entidades que no basaban su actividad en el establecimiento físico, sino que la combinaban o trasladaban al mundo online, para acercarla algo más al usuario.
Un neobanco, sin embargo, va un paso más allá: es una entidad nativa digital que llega a los clientes a través de una estructura concebida para ser 100% móvil y cuyos procesos están dimensionados para tal fin. Así, es la entidad la que va con el usuario: “24 horas al día, 7 días a la semana”. Sin grandes estructuras y con una cultura interna más próxima a la de una empresa de internet que ofrece servicios de banca que a los de un banco.
La Generación Z es un público muy diferente y diferenciado. Para ellos resulta clave la simplicidad, la usabilidad y la cercanía en el trato. Lo que para una persona de 65 años puede resultar irrespetuoso o demasiado informal, para un joven de 18 puede ser directo y amable. Rebellion trabaja para que sus usuarios vivan una experiencia moderna y cómoda: tiene que resultar fácil enviar y recibir dinero entre usuarios, pagar con Google o Apple Pay, sacar efectivo en cajeros, consultar los movimientos, recibir notificaciones y hacer o recibir transferencias.
Además, la Generación Z ha crecido en la era en la que el consumidor tiene el poder de decidir. Por eso, Rebellion decidió incluir una sección en la aplicación en la que los propios usuarios pueden sugerir qué nuevas funcionalidades les gustaría tener en la aplicación, o votar entre las propuestas que ya hayan hecho otros usuarios. Son los clientes quienes construyen el servicio. Hace una década esto era inimaginable.
Solvencia y seguridad
Rebellion cuenta con una Licencia de Dinero Electrónico y la supervisión del Banco Central Europeo. Ofrece IBAN español y una tarjeta, física o virtual, con todas las garantías de Mastercard®. Los usuarios pueden decidir, sin coste adicional, si quieren una tarjeta física o no. Al fin y al cabo, para poder disfrutar de las ventajas de la tarjeta prepago no es necesario tener un trozo más de plástico en la cartera. Así de simple. Con una tarjeta virtual se pueden hacer los mismos pagos. De hecho, la principal ventaja de una aplicación como esta es que todo se puede hacer sin mayores complicaciones, en el idioma de la Generación Z, y a través del teléfono móvil.
“Estamos firmemente comprometidos con la mejora continua de la seguridad de nuestros usuarios” explica Sergio Cerro, CEO de Rebellion.
En cuanto a la seguridad de las transacciones a través del móvil, como en el mundo físico, nunca puede hablarse de “riesgo cero”. Es necesario tomar precauciones para evitar, desde el robo o la pérdida del dispositivo en sí, a posibles robos de contraseña o suplantación de identidad. La mayor parte de las incidencias en este sentido se producen por fallos humanos. En todo caso, la tecnología ofrece herramientas que ayudan tanto a prevenir estos abusos, como a reducir su impacto.
Para empezar, es importante verificar el login y el registro mediante SMS, de esta manera se reduce el fraude potencial, el robo de cuentas y las suplantaciones de identidad. Así lo hace Rebellion Pay que asegura además que “todas las comunicaciones y mensajes de Rebellion son encriptados y securizados”. Por otra parte, dado que la normativa española de Protección de Datos Personales es una de las más estrictas de Europa, su cumplimiento garantiza el máximo rigor el almacenamiento y custodia de datos personales por parte de estas entidades. “Estamos firmemente comprometidos con la mejora continua de la seguridad de nuestros usuarios” explica Sergio Cerro, CEO de Rebellion.
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