Estados Unidos es un país muy grande, con enormes diferencias culturales entre unas regiones y otras, influenciadas por el tipo de migración predominante de los primeros colonizadores y su desarrollo posterior.
La costa oeste, en concreto Silicon Valley, tiene una mentalidad abierta, donde el riesgo y el fracaso no son algo que se etiquete necesariamente como negativo, lo que hace que sea un lugar perfecto para el I+D y las nuevas tecnologías. Todo lo novedoso y rompedor, por muy estrambótico que parezca, tiene cabida. Estas circunstancias hacen que las sinergías y capital que se pueden encontrar en esta zona, sean las adecuadas para este tipo de proyectos de alto riesgo e innovación.
La costa este, sobre todo Nueva York, tiene otro perfil, que se asienta en mercados más tradicionales como la banca, el gubernamental, la moda o el deporte. Más que la innovación y el riesgo, predominan los números y las finanzas de tu empresa.
Después tenemos Miami, que tiene una cultura muy latina para los negocios y probablemente sea el mejor lugar si nuestro mercado objetivo es el sudamericano, por eso muchos la llaman la capital de Sudamérica.
En resumen, dependiendo del tipo de startup, es importante elegir bien donde empezar en el mercado americano.
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